Los juegos mecánicos fueron clausurados después del accidente. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
Siete días después del accidente, Carlos Flores, de 21 años, salió del coma. A las 10:30 de este viernes 8 de abril del 2016, el joven abrió los ojos. “Parece que reconoció a su hermano, Francisco”, la única persona que ha podido verlo por ahora, detalló Paola Granda, amiga de Carlos y quien confirmó la noticia.
El joven es una de las tres víctimas del accidente que ocurrió la noche del viernes 1 de abril en un juego mecánico en Llano Grande. Él resultó expulsado junto a dos personas más del tagadá y a causa de este hecho su estado es grave. Las otras dos víctimas sufrieron daños menores.
Ahora su familia, espera que Carlos se recupere por completo. Pues, a pesar de que es un gran avance, todavía se encuentra en el área de Cuidados Intensivos del Hospital Eugenio Espejo.
Según Granda, el joven solo pronunció la palabra “ya”. “Los doctores le recomendaron que no hablara para que no se canse, porque tiene un pulmón perforado”, contó. Esta herida se ocasionó debido a la fuerza de la caída, pues una de sus costillas se rompió y dañó este órgano.
El caso, en el ámbito judicial, todavía está pendiente, pues la familia se concentró, sobre todo, en la recuperación de Carlos.