Una joven de 23 años denunció que fue víctima de abuso sexual cuando viajaba en un bus alimentador del Corredor Occidental, desde la estación La Marín hasta el andén Seminario Mayor, en Quito.
El hecho ocurrió la mañana del jueves 11 de mayo del 2017, en un bus abarrotado de gente, según reza en el expediente abierto en la Unidad de Flagrancia de Quito.
“Yo sentí algo caliente por atrás y por eso rápido me di vuelta y vi cuando ese hombre guardaba su órgano sexual en su pantalón”. Ese es el testimonio de la joven, que consta en el caso. Su sorpresa fue mayor, relata, cuando notó que su pantalón tenía un agujero. “El señor me rompió el pantalón”, afirmó la mujer en su declaración.
Su primera reacción fue de enfado. El hombre se puso a la defensiva. “Al ver que le reclamaba me dijo que yo supuestamente le había querido robar su celular. Se quiso bajar del bus, pero pedí ayuda para que no lo dejen escapar hasta avisar a la Policía”.
Uno de los pasajeros intervino, forcejeó con el sospechoso. Cuando el bus se detuvo en la estación Seminario Mayor, en las avenidas América y Colón, en el norte de la urbe, los guardias de seguridad del servicio de transporte le brindaron ayuda.
“Esta persona negaba y negaba el hecho, pero luego aceptó y me pidió disculpas, dijo que era la primera vez que lo hacía…”, reseña la joven. Entonces, llegó la Policía y el hombre, identificado como Hugo G., de 27 años, fue trasladado a la Unidad de Flagrancia de Quito, donde se realizó una audiencia.
En la diligencia, el juez de Garantías Penales encontró evidencias de abuso sexual, ya que se presume hubo contacto físico, inició una investigación por 90 días y ordenó la prisión preventiva del hombre. Ahora el investigado enfrenta un posible condena de entre tres y cinco años de cárcel.
Desde el año 2016, el Municipio de Quito desarrolla un programa para prevenir y denunciar el acoso sexual en el interior del transporte público. En el primer mes de campaña se recibieron 30 denuncias de acoso.