Entrevista a José Abel Defina, profesor del IDE y experto en riesgos
El mercado de valores ecuatoriano está ahora en el centro de varias investigaciones por estafas, inversiones sin respaldos reales y operaciones ilegales. ¿Dónde están las fallas?
Los instrumentos no son el problema. No es que las operaciones de bonos de swap y de reporto son oscuras, o que son instrumentos para la estafa. No es así. Estas son operaciones que bien hechas son totalmente legítimas. Igual con las facturas comerciales, que son instrumentos que tienen ya una aceptación y, además, muy buena para conseguir financiamiento barato.
Si no es el instrumento el problema, ¿ qué pasó?
Primero, se debe señalar que el inversionista es quien decide si acepta el riesgo. El riesgo es parte de la naturaleza del negocio. Si alguien no quiere tomar riesgos, tal vez deba invertir en instrumentos que no generen mucho rendimiento, como ahorrar en un banco. No puedo aspirar a un rendimiento del 12% sin tomar riesgos. Pero de ahí a hacer inversiones con una persona que solo presenta una cédula hay una gran distancia. Ahí están fallando los controles internos y externos de las empresas privadas, los actores del mercado y los entes públicos que participan de las operaciones. Y un ejemplo de aquello es lo que pasó en las inversiones del Instituto de la Seguridad Social de la Policía (Isspol).
¿A qué se refiere?
En la casa de valores que participó en una de las operaciones, el oficial de cumplimiento interno advirtió que la persona con la que se estaba haciendo el negocio en la compra y venta de bonos no tenía el patrimonio para una transacción del nivel que se estaba haciendo. Y no pasó nada. Los comités de cumplimiento u oficiales de cumplimiento son quienes deben alertar de cualquier anomalía. Además, en esa operación la misma casa de valores representó al vendedor y al comprador. Eso no puede darse porque hay conflicto de intereses, el cual debe normarse mejor en el mercado de valores del país. Y, sin embargo, no pasó nada. Pero, además, hay fallas de control externo.
¿Cuáles?
Fallaron los controles de las superintentencias. Se percibe que hay mucho de mirar a un lado en ciertos casos. ¿Por qué no hay el mismo interés de mirar a todos con la misma lupa? Entonces, no es tanto si la operación es buena o mala, lo que falla es el control. Y ver si quienes cumplen esa función están haciendo su trabajo. Otro problema es la falta de transparencia. Cabe la pregunta: cuántas cosas conocerán los organismos de control, pero no el público. Entonces, hay impunidad. El riesgo es que cuando no se hacen los controles debidos lo que termina pasando es que todo se prohíbe y eso tampoco es deseable.
¿Qué grado de responsabilidad hay en otros actores como casas de valores, calificadoras de riesgo?
Las calificadoras de riesgo tienen el problema que califican a la empresa que les contrata y paga por el trabajo. Así está la normativa actual. No se puede generalizar, hay calificadoras en el mercado que son muy profesionales y otras que no lo son. Pero al final todas están autorizadas a operar en el país y califican. Pero eso no quita la responsabilidad de entregar al inversionista la información que necesite.
¿Cómo se soluciona eso?
Ahí hay un tema de transparencia que hay que mejorar. También se deben elevar los estándares para que las empresas estén autorizadas a operar, así como de las personas que estén a cargo de los temas de inversiones en todos los niveles.
En mercados desarrollados existe una entidad de control solo para el sector de valores. ¿Es deseable esto considerando que la Superintendencia de Compañías del país abarca empresas, valores y seguros?
Es importante que exista un organismo especializado. Ecuador tiene ya una Intendencia de Valores dentro de la Superintendencia. Por eso, además, se necesita gente altamente especializada, técnica y profesional en estos temas.
¿Es usual que todas las informaciones de intervenciones u observaciones relevantes sean reservadas?
Me parece terrible que todo sea reservado. Hechos relevantes como los conocidos en estos días no pueden dejar de ser reportados. Una autoridad de control no puede pasar por alto que una operación es dudosa y no decir nada. Las instituciones incluso tienen página de transparencia, pero ahí no hay mayor información y, la que se encuentra o los enlaces, no están habilitados. Esto pasa a todo nivel.
¿Qué reformas hace falta para corregir esto?
Legalmente se puede fortalecer la responsabilidad y el control interno de las casas de valores y calificadoras de riesgo, mejorar los sistemas de transparencia. Eso es necesario. Sin embargo, no podemos caer en prohibir todo lo que creemos que puede generar estafa, porque lo único que terminaremos haciendo es cerrar el mercado de valores y restar oportunidades de financiamiento e inversión para el país y para los inversionistas. Esto, desde luego, no quiere decir que las autoridades de control o las leyes protejan al inversionista.