El actual Vicepresidente empezó a trabajar con Ricardo Rivera en los años 90. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Jorge Glas Espinel era la mano derecha de su tío. Hasta el 15 de diciembre del 2006 era el gerente de siete compañías que había fundado Ricardo Rivera Arauz.
Un mes antes de que se posesionara el nuevo Gobierno de Rafael Correa, Glas envió cartas al Registro Mercantil de Guayaquil. Le informó que renunciaba a Tesat, Ciber Ya, Inmobiliaria Paraíso, Raloin Radiolocalización Instantánea C. Ltda, IP Telecomunicaciones S.A. Iptelsa y Televisión Satelital S.A. Además, cedió las acciones que tenía en una de ellas a favor de Adriana Rivera Ponce, una de las hijas de su tío.
Un mes después figuraba como presidente y gerente del Fondo de Solidaridad, encargado de coordinar las empresas eléctricas y telefónicas. Estuvo en el cargo hasta el 2009.
Desde muy joven comenzó a trabajar con su tío. En los años 90 ya estudiaba ingeniería en Electricidad, con especialización en Electrónica, en la Escuela Politécnica del Litoral (Espol). Seguía los pasos de Rivera, graduado de ingeniero Electrónico, experto en telecomunicaciones, en la misma universidad porteña.
Rivera convirtió a su sobrino en presidente de Trasmidatos cuando tenía 25 años. Fue la primera empresa que constituyó para desarrollar transmisión de datos. A la misma edad, también lo puso al frente de otras dos firmas.
En Trasmidatos el joven Glas arreglaba computadoras. Funcionaba en Urdesa, en el norte de Guayaquil, en un bloque adjunto donde Rivera tenía su departamento de soltero y donde fue detenido, tras el allanamiento el 2 de junio pasado.
Eso recuerda Amparo Gómez, una reconocida diseñadora de modas y exreina de belleza, quien estuvo casada con Rivera entre 2004 y 2009.
Antes convivieron en la misma suite de soltero donde ahora guarda arresto domiciliario. Por eso los veía siempre juntos. Dice que los conoció desde 1988. Años más tarde, Glas fue el testigo y padrino de su boda.
“Tienen una estrecha relación desde que era niño. Primero convivían juntos, porque Rivera se quedó huérfano y la mamá de Glas lo crió”.
Admiraba a su tío, trabajaban juntos, aprendía de él. “Era como su tío-papá”. Gómez desafía a Glas a que demande penalmente a Rivera si dice que utilizó su nombre para supuestos actos de corrupción en el caso Odebrecht. El Vicepresidente ha repetido que no tenían una relación cercana.
En el documental ‘Jorge Glas, la historia‘, para la candidatura vicepresidencial del 2013, su mamá reconoció que en los últimos años de estudios laboró con su tío en sus empresas.
El 19 de agosto de 1993 Rivera dirigió una carta al Cónsul de EE.UU. para solicitar el trámite de una visa para su sobrino. Viajaba para realizar entrenamientos en fábricas que Trasmidatos representaba en Ecuador. Todos los gastos fueron pagados por la empresa.
El año 1995 aparece marcado en la biografía de ambos. Era la guerra no declarada con el Perú en el Cenepa. Glas recordó, en el documental, que los llamaron para instalar redes de transmisión. En una foto de la época se los observa con ropa camuflaje, junto a una antena.
Un comandante militar de un destacamento en el conflicto recuerda que prestaron servicios para comunicación vía satélite a los comandantes entre Patuca y Quito. En la versión que rindió Rivera el jueves pasado señala que diseñó el sistema de defensa de las FF.AA. que operó con “resultados positivos” en ese conflicto.
En el inicio del Gobierno, Fabricio Correa recuerda que le mencionó al Presidente sobre dos denuncias. Que Glas “no calificaba para el cargo” en el Fondo de Solidaridad, porque no tenía título profesional. La otra, que había puesto en el cargo de Intendente de Telecomunicaciones a su tío. “Era considerado uno de los mayores ‘baypaseros’. Tenía denuncias en su contra y no podía ser que él mismo se juzgara”. A través de las antenas satelitales supuestamente hacía ‘baypas’ de llamadas internacionales.
Al año salió del cargo. Pero luego se convirtió en asesor de su sobrino, señala. “Rafael creía que le tenía lealtad porque fue su guía scout. Pero se debía más a su mentor”.
Glas gerenciaba TV Satelital y tenía un programa de opinión donde entrevistaba al candidato Correa en el 2006.
Amparo Gómez mantiene una pelea judicial con Rivera por la pensión de alimentos de su hija. Luego de fijarse vía sentencia en USD 4 000 se quedó en 600, por la supuesta presión que ejerció su exmarido en los jueces. Señala que demostró que movía cuentas por USD 500 000 mensuales, en los últimos años, y que podía pagar una pensión superior.
En el proceso judicial se incluyeron 140 pruebas que “demuestran hasta la saciedad el poderío económico del que goza” Rivera. Cuando estuvo casada fue gerente comercial del canal y recuerda que no conseguía publicidad, pero eso cambió desde el 2007.
En las pruebas está una lista de facturas de agosto 2007, con nueve de la Presidencia de la República. En la prueba 121 hay dos facturas emitidas a TV Ecuador por alquiler de ‘up link’ satelital en Quito a un costo diario de USD 1 000.
TV Satelital no ha interrumpido su programación, señala Jorge Luis Mendoza, encargado de Contenido. “La disposición es no dar declaraciones, no recibimos prensa alguna”. El viernes hablaba escuetamente desde la puerta de ingreso del canal, en la planta alta del centro comercial Plaza Quil. Por ahora no hay nadie a cargo de las gerencias.