Miami, Los Cabos. Reuters y AFP
El huracán Jimena que amenaza la península mexicana de Baja California fue degradado ayer a la categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson, con máximo de 5, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) estadounidense.
Con vientos máximos sostenidos de 205 km/h, el NHC degradó a Jimena pero de todos modos advirtió que la tormenta “podría tener una fuerza cercana a la de huracán mayor cuando toque tierra”.
Los huracanes mayores son aquellos cuyos vientos alcanzan la categoría 3 (más de 178 km/h) o más en la escala Saffir-Simpson que mide la intensidad de los vientos.
Ayer en la tarde, el ojo del huracán se ubicaba a 175 km al sur de Cabo San Lucas y a unos 340 km al sur-sureste de Cabo San Lázaro, en México
“Se prevé que la muralla de Jimena impactará en esa zona, aunque aún no se tiene el punto específico”, dijo un funcionario del mexicano Instituto Meteorológico Nacional (INM), quien señaló que los primeros vientos del huracán ya se hacen sentir.
“Es inédito este fenómeno, no tenemos en la historia de la península ningún nivel de fuerza como Jimena”, señaló en declaraciones a la emisora Formato 21 José Gajón, director del sistema de protección civil del estado de Baja California.
El Gobierno Federal declaró este martes la emergencia en los municipios de
Los Cabos, La Paz (capital estatal) y Comondú, donde se ubica Puerto San Carlos, para activar los mecanismos de “ayuda inmediata” a los habitantes que resulten damnificados por el paso de Jimena.
“Está lloviendo desde el lunes, muchos lugares están totalmente inundados e incomunicados y eso que todavía no está la verdadera presencia del fenómeno”, añadió Gajón.
Bandas exteriores del huracán alcanzaban el sur de Baja California. “Se espera que Jimena esté cerca o sobre partes de la península el miércoles (…) y que se sobre el centro de la Baja California en la noche del miércoles y el jueves” , dijo el NHC.
En México, el huracán Jimena asustó a los turistas, que buscaban un avión de regreso y los residentes acudían a los refugios o protegían sus casas con sacos de arena. Algunos residentes se protegieron bajo los techos de escuelas refugios.