Jaime Carrera: ‘Urge un programa económico coherente’

Jaime Carrera, secretario del OPF. Foto: Archivo Alfredo Lagla/ EL COMERCIO

Jaime Carrera, secretario del OPF. Foto: Archivo Alfredo Lagla/ EL COMERCIO

Jaime Carrera, secretario del OPF. Foto: Archivo Alfredo Lagla/ EL COMERCIO

Debate:

Así estamos

En los 70 la economía creció el 7%, en los 80 y 90 el 2%, en promedio. Con el boom petrolero en el período 2007-2015, la economía creció menos del 4% y este año decrecerá. Luego de 45 años, retroceder en lugar de avanzar es una tragedia. Unos USD
15 000 millones de ingresos por impuestos del presupuesto apenas cubrirán sueldos, intereses de la deuda, transferencias a los GADs, ISSFA, ISSPOL y bono solidario.

Faltarán dólares para el mantenimiento mínimo del Estado. Hay que pagar los bonos comprados con la reserva por USD 2 500 millones. Los CETES superan USD 1 200 millones. Las deudas del presupuesto y petroleras son gigantes.

El sector petrolero tiene pérdidas. El IESS consume sus ahorros y está débil, la inversión extranjera es mínima y la local está parada. El desempleo sube y el subempleo y la informalidad agobian a millones. El crédito se contrae. Todos se adaptan con dolor a una economía más pequeña. Las firmas ajustan sus costos y despiden gente y las personas gastan menos.

Las salidas

Se debe partir por definir el país del futuro. Un Estado que atienda la salud, educación, seguridad y bienestar social, que regule, que incentive la inversión privada responsable de crear riqueza para que el Estado la distribuya con eficiencia.

Este marco exige reconstruir la institucionalidad democrática: una Asamblea que asuma su verdadero rol, una justicia independiente y un entorno que brinde seguridad jurídica para las inversiones, instancias de control eficaces, garantías para informar y ejercer con plenitud las libertades civiles y económicas, transparencia en las cuentas públicas.

Con esta visión urge un plan económico coherente que estabilice la economía para luego impulsar el crecimiento, tareas de al menos 10 años. El sector público debe ser más pequeño y vivir de los impuestos. Se requiere un Banco Central independiente y una Ley que obligue a tener superávit fiscal y un fondo de ahorro con la renta petrolera destinado al IESS para garantizar las pensiones presentes y futuras.

La economía sólo crecerá con más dólares producto de diversificar las exportaciones y atraer inversión extranjera directa y capitales. Se requiere un país más productivo y competitivo, bajar el riesgo país y lograr el grado de inversión.

Esta nueva visión dará confianza y certidumbre para conseguir unos USD 10 000 millones para reconstruir las reservas, estabilizar las cuentas públicas e impulsar el crecimiento. Esta acción es posible con el apoyo de los organismos multilaterales y el acceso a los mercados internacionales de capitales. El costo del caro servicio de la deuda pública se reducirá. Se activará el crédito y la economía preservando la solidez del sistema financiero.

Esta visión de Estado y de gestión económica requiere acuerdos nacionales y cambios culturales que perciban el ajuste como el costo de malas políticas. Acuerdos para evitar que el cansancio del ajuste haga añorar la vuelta del populismo, para asumir que el progreso es fruto de una sociedad eficiente para producir.

os cambios propuestos los realizarán otros. Hoy, solo es de esperar, si hay responsabilidad, se eviten mayores daños a la economía y al futuro de toda la sociedad.

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