Paco Moncayo y Wilma Andrade, en el acto de entrega de firmas en el CNE. Foto: Ana María Carvajal / EL COMERCIO
Con tambores, camisetas y banderas naranjas llegaron partidarios de la Izquierda Democrática (ID) al Salón de la Democracia, en el Consejo Nacional Electoral (CNE) para entregar cartones con 300 000 afiliaciones.
Wilma Andrade, a quien el partido en proceso de renacimiento designó como representante legal y futura presidenta nacional, fue la encargada de entregar a las autoridades los documentos que contó les tomó 30 días organizar bajo las normas que dicta el Código de la Democracia.
Además, dejó la información de cómo se conformará la directiva nacional y las hasta el momento 21 directivas provinciales que tienen organizadas. El requisito que deben cumplir son alrededor de 178 000 afiliaciones, para concretar el resurgimiento del partido que perdió su personería jurídica tras divisiones internas, en el 2012.
Como lo hizo desde el inicio del proceso para reinscribir a la Izquierda Democrática, Andrade reiteró el pedido de que les den el número 12, que identifica al partido que puso en la presidencia a su fundador y líder máximo, Rodrigo Borja Cevallos.
Él no asistió a la entrega de firmas, pero sí lo hicieron otros líderes como René Yandún, Guillermo Landázuri y Paco Moncayo.
Aunque Borja no estuvo, Wilma Andrade resaltó su liderazgo durante su discurso y dijo que él es un referente moral y que ha demostrado con su trayectoria ser un ejemplo para quienes hacen vida política, por su convicción, lealtad, ideología y por la “lección de sencillez” que dio al acudir con los líderes más jóvenes a las provincias para afiliar a más personas.
“Aquí están los sueños. No son 300 000 firmas, son 300 000 voluntades”, dijo, y recalcó que las afiliaciones llevan consigo los sueños y esperanzas de que la institucionalidad pública sea respetada.