Juez de la Corte Nacional, Iván Saquicela: 'Nos hemos acostumbrado incluso a desinfectar los documentos'

Iván Saquicela, juez de la Corte Nacional de Justicia. Foto: Cortesía:

Iván Saquicela, juez de la Corte Nacional de Justicia. Foto: Cortesía:

Iván Saquicela, juez de la Corte Nacional de Justicia. Foto: Cortesía:

Para los jueces, la pandemia ha traído muchos retos. Adaptar la tecnología al servicio de la justicia y sin que se vulneren los derechos de las personas es el principal desafío.

Al inicio de la cuarentena estaban suspendidos los plazos y hacíamos sobre todo teletrabajo.

Pero ahora, ya con los plazos corriendo, debemos cumplir con más audiencias, sentencias y tenemos más despachos.

Unas veces trabajamos desde la Corte y otras desde nuestras casas.

Todo ha cambiado. Yo soy de Cuenca y cuando viajo lo hago en auto, no en avión. El auto es más cansando, pero es más seguro en cuestión sanitaria.

Cuando no puedo irme a Cuenca he tenido que acostumbrarme a estar sin mi familia.

Me he tenido que adaptar a recibir documentos y a despachar a cualquier hora.

Cuando estoy en la Corte debo cumplir protocolos de seguridad como usar la mascarilla todo el tiempo. Eso implica hacer un poco más de esfuerzo al momento de hablar. Esto cansa y avances siento como que me faltara el aire, pues las audiencias duran más de una hora, incluso días.

Incluso nos hemos acostumbrado a desinfectar los documentos, a echarles alcohol y a usar guantes.

No tengo temor, pero sí soy bastante cuidadoso. Siempre tengo mi gel antiséptico y compruebo que mi mascarilla esté bien puesta.

En la Corte nos miden la temperatura y hoy por hoy pocas personas se encuentran en los pasillos. Esa distancia es necesaria para proteger nuestra salud.

Ahora, no faltan las anécdotas en estas circunstancias. Por ejemplo, cuando conocimos por redes sociales que un abogado que había estado en la Corte se encontraba enfermo, entre los compañeros nos preguntábamos si era posible que el virus se esparciera. Pero preferimos no especular, aunque al final estuve tranquilo.

De lo que conozco, hasta el momento ninguno de los jueces de la Corte Nacional se ha enfermado.

En estas circunstancias se ha visto de todo. Por ejemplo, en las audiencias, quienes están conectado se olvidan de apagar sus micrófonos y se escucha ladrar a los perros, llorar a los niños, se oye el golpe de las ollas de la cocina, los gatos, los camiones de gas pasando por la calle. Es la vida cotidiana que se ha colado en el ejercicio de la justicia.

Ahora, como jueces nacionales también tenemos reuniones del pleno. Desde que se inició esta pandemia no hemos podido pisar ese salón ni reunirnos físicamente.

Pero nos reunimos por Zoom y me ha impresionado gratamente cómo hemos adaptado esta tecnología.

Por ejemplo, si estamos hablando y elaborando un texto, podemos compartirlo en ese momento o editarlo. Estoy convencido que la tecnología debe ser usada para mejor la vida de los seres humanos y dar esperanza.

En la justicia también hemos implementado las teleaudiencias. Sí hemos tenido fallas con la conexión, pero esto no es algo generalizado, sino son excepciones.

Lo importante es que los casos se han podido resolver y no se paraliza el servicio, porque hay gente que necesita que sus casos avancen”.

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