En Palermo, en el sur de Italia, un grupo de personas intentó salir de un supermercado sin pagar. Foto: EFE
Italia no solo atraviesa por una crisis sanitaria sino también social debido a la pandemia del covid-19. En el país han muerto hasta este 29 de marzo del 2020, 10 023 personas y 92 472 están contagiados.
La presencia de la enfermedad ha acentuado la precariedad en la que vive gran parte de la población italiana, sobre todo en el sur y en Sicilia, donde la policía desplegó el sábado 28 de marzo agentes delante de los supermercados para prevenir posibles robos.
El jueves 26 de marzo, un grupo de personas intentó salir de un supermercado de Palermo sin pagar, gritando: “No tenemos dinero para pagar, tenemos que comer”, recogió el diario La Repubblica (progresista).
En otros municipios, los dueños de pequeños comercios son objeto de presiones de algunos habitantes, que piden que les den alimentos gratuitamente, según otro diario, Il Corriere della Sera.
En el Mezzogiorno, el sur de la península, empobrecido, millones de personas viven del trabajo en negro, que no se declara a Hacienda.
Una población especialmente vulnerable en estos momentos, en los que el país está prácticamente bloqueado, al no poderse beneficiar de las medidas tomadas por el gobierno italiano para compensar la pérdida de ingresos de los trabajadores.
Después de casi tres semanas de confinamiento, una parte de la población no tiene medios para alimentarse.
El Corriere della Sera, que se refiere a una posible “bomba social”, asegura que la policía vigila las redes sociales y los grupos de conversación en los que se podrían organizar operaciones de saqueo de comercios.
“Tengo miedo de que la preocupación que va creciendo entre varios sectores de la población, por su salud, sus ingresos, el futuro, se acabe transformando en ira y odio si la crisis se prolonga”, declaró a La Repubblica Giuseppe Provenzano, ministro de Cohesión Social, encargado del sur del país.
“La gente que asalta supermercados son ignorantes. Anoche escuché en la televisión que 1 800 personas se inscribieron para el reparto de alimentos.
Saquear supermercados no solucionará nada”, declaró ayer, 28 de marzo, un habitante de Palermo, Carmelo Badalamenti, antes del anuncio de Conte, mientras hacía sus compras.
Los llamados 007, el servicio de información, han elaborado un informe reservado que fue enviado al primer ministro Conte y a la ministra del Interior Lamorgese con esta advertencia: “Existe un potencial peligro de revueltas y rebeliones, espontáneas y organizadas, sobre todo en el sur de Italia, donde la economía sumergida y la capilar presencia de la criminalidad organizada son dos de los principales factores de riesgo”.
En redes sociales, las llamadas a la revuelta se extienden como la pólvora, de acuerdo con información del diario español ABC. En Facebook se ha abierto el perfil de un grupo llamado ‘Noi’, que anima a la revuelta con el eslogan: ‘Recuperar lo que nos quitan’.
En pocas horas contaba con cientos de seguidores, algunos de los cuales se organizan mediante chat, indicó el medio. Hay quien dice: “Quienes estén listos para la guerra el día 3 (fecha prevista para el final de la emergencia, aunque se da por seguro que el gobierno decretará una prórroga), lo debe escribir aquí abajo”, “debemos romper todos los supermercados”. Otro escribe: “El problema es inmediato, los niños deben comer”.
Muchos ponen videos, mostrando su identidad, llamando a la revuelta social, haciendo ver sus propios hijos. Luky grita en uno de esos videos: “En casa pueden estar los que tienen un salario fijo, si nosotros debemos estar encerrados, el Estado nos tiene que llevar la comida y debe pagar los alquileres, no somos Cristiano Ronaldo: Aquí tres cuartas partes de italianos trabaja en negro; ¡rebelaros!”.
Según un reciente estudio de la CGIL (principal sindicato italiano), citado por ABC, en Palermo y provincia un trabajador de cada tres labora en negro.