Ayer, las oficinas del Issfa en Quito estaban vacías. Cuatro de 10 ventanillas estuvieron habilitadas para la atención. Foto: EL COMERCIO
Las oficinas del Seguro Militar (Issfa), en Quito, lucen vacías. Apenas cuatro de los 10 cubículos de atención al cliente están habilitados para los pocos usuarios que llegan.
Desde el 1 de marzo pasado la institución suspendió la entrega de créditos quirografarios e hipotecarios por la falta de recursos. Así lo confirmó uno de los vocales del consejo directivo del Issfa, Wagner Bravo. Ayer, 21 de marzo, el representante de los oficiales en servicio pasivo explicó que la deuda, que asciende a USD 417 millones, que mantiene el Estado con el seguro militar afecta a la liquidez de la institución.
Al mes, el organismo requiere de al menos USD 35 millones para abrir los préstamos. Pero Bravo dice que esos rubros no han llegado del Ministerio de Finanzas, ente que a finales de febrero desembolsó al Issfa USD 44 millones. Con esos montos se cubrieron las pensiones de 40 000 militares en servicio pasivo.
De hecho, en las ventanillas del Issfa en Quito se colocaron avisos a los usuarios. “Hemos priorizado el pago de las pensiones y demás prestaciones entregándolas de manera oportuna, nos encontramos gestionando los recursos para otorgar créditos”, se leía en uno de esos comunicados.
Por eso ayer, Rodrigo Samaniego, padre de un teniente, salió de inmediato de las instalaciones. “Venía a averiguar qué se necesitaba para un crédito que quiere hacer mi hijo para comprarse un carro, pero no están habilitados”, dijo.
Primeras suspensiones
La suspensión de créditos en el seguro militar no es nueva. Desde febrero del 2016, la entrega de estos beneficios ha sido limitada. Ese año los préstamos se suspendieron en marzo y se abrieron en septiembre.
Eso significó que el Issfa entregara 9 078 créditos menos que en el 2015 (ver infografía).
En febrero de este año, el Issfa también anunció que la falta de liquidez obligaba a que las líneas de créditos sean suspendidas.
Horas después de ese anuncio, el ministro de Defensa, Ricardo Patiño, dispuso que se “reactiven los créditos” y anunció que el Ministerio de Finanzas transfirió recursos para esos beneficios.
De allí que se otorgaron 8 744 préstamos. Pero en esta nueva suspensión, el Ministerio de Defensa dijo que trabaja con el Ministerio de Finanzas.
Este último, a través de su departamento de prensa, confirmó a este Diario que se realizaría una transferencia en las próximas horas. Además, informó que hay un cronograma de pagos para los créditos.
Según esa planificación, el desembolso se daría entre ayer y hoy. Hasta las 16:00 de ayer, el vocal Wagner Bravo no conocía de dicha transacción.
Lo que sí confirmó el vocal es que de seguir esta situación, se afecta a la inversión del Issfa, pues la suspensión de los créditos hace que el seguro militar “no pueda tener las ganancias del 7% y el 8% de interés que genera cada crédito; de esa forma se afecta al capital”. Además, indicó que la deuda sigue incrementándose.
Por eso han pedido al ministro Patiño que convoque a una reunión del Consejo Directivo para hablar de este tema. La última cita fue el 27 de enero.
Otro punto que está pendiente es la elección del director titular del seguro militar.
Ese día se conoció que Vanessa Sandoval fue elegida de una terna para dirigir la institución. Por eso su hoja de vida fue enviada a la Superintendencia de Bancos, organismo encargado de avalar la selección. Sin embargo, ayer Bravo señaló que conocieron que Sandoval declinó al cargo.
Actualmente, el seguro militar está dirigido (por encargo) por el teniente coronel Roberto Jiménez.
En contexto
Los problemas con el Issfa se remontan al año pasado, cuando el Gobierno descontó USD 41 millones de sus cuentas. Entre las líneas de créditos suspendidas están: pago de deudas, necesidades urgentes, imprevistos, renovación y compra de viviendas.