Rohinyás tratan de atravesar el agua para llegar al asentamiento que han levantado en el campo de refugiados de Balukhali, en Bangladesh, cerca de la frontera con Birmania (Myanmar). Foto: EFE
Israel negó hoy, 23 de octubre de 2017, su implicación en “la tragedia en la franja Rakáin de Birmania” y rechazó informaciones publicadas en el diario Haaretz en las que se acusa al país de vender armamento que podría ser utilizado contra la minoría rohinyá.
“La política de supervisión de exportaciones de defensa se examina periódicamente según diversas consideraciones, incluidas la situación de los derechos humanos del país de destino, así como la política del Consejo de Seguridad de la ONU y otros organismos internacionales”, declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Emanuel Nahshón, en un comunicado.
El Tribunal Supremo israelí dictó sentencia el mes pasado sobre una petición contra la venta de armas de Israel a Birmania (Myanmar), pero su decisión quedó en secreto porque los jueces que estudiaron el caso decretaron un embargo por petición del Estado.
“Birmania está llevando a cabo una limpieza étnica al borde del genocidio, algo que todo el mundo democrático boicotea, y nadie les vende armas, nadie excepto Israel”, aseguró mientras tanto a Efe la parlamentaria del partido Meretz Tamar Zandberg.
El diario israelí “Haaretz” abría hoy con una nota en portada titulada “Israel vendió armamento avanzado a Myanmar durante su campaña de limpieza étnica antirohinyá” y describió la bienvenida que dio la Armada birmana en Facebook en abril a dos embarcaciones israelíes cuando arribaban al país.
En ese momento “el Ejército de Myanmar ya había sido acusado de crímenes de guerra”, destacó el periódico.
“La venta de buques de guerra al Ejército de Birmania es posible gracias al secreto extremo impuesto por las instituciones de seguridad (israelíes), que no permiten la inspección y el escrutinio público de la exportación de la industria armamentística de Israel,” afirmó Zandberg.
En septiembre, Haaretz publicó que la huida de más de 60 000 rohinyá de la Franja Rakaín por el aumento de la violencia “no ha hecho cambiar la política del Ministerio de Defensa israelí, que rechaza poner fin a la venta de armamento al régimen de Myanmar”.
Zandberg aseguró que en la oposición al Gobierno que ella representa “no son pocos los que están trabajando para denunciar a esta industria“.