Gaza, Reuters
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aprobó el domingo los planes para erigir una barrera a lo largo de parte de la frontera de Israel con Egipto e instalar equipos de vigilancia avanzados para mantener afuera a inmigrantes ilegales y militantes.
“Tomé la decisión de cerrar la frontera sur de Israel para infiltrados y terroristas. Esta es una decisión estratégica para asegurar el carácter judío y demócrata de Israel”, dijo Netanyahu en un comunicado.
Miles de africanos y otros inmigrantes han llegado a Israel a través de su porosa frontera con Egipto en los últimos años, huyendo de los conflictos de su tierra natal o buscando una mejor vida en el Estado judío.
Netanyahu señaló que Israel seguiría dejando entrar a refugiados desde zonas en conflicto, pero “no podemos dejar a decenas de miles de trabajadores ilegales infiltrarse en Israel a través de la frontera sur e inundar nuestro país con ilegales”.
El proyecto costará 1.000 millones de shekels (270 millones de dólares) y demorará dos años en ser terminado. La barrera no será construida en toda la frontera, y equipos avanzados de vigilancia ayudarán a los oficiales de control fronterizo a reconocer infiltrados.