Israel pide una aclaración ‘fuerte y precisa’ a Ecuador

El director general para América Latina, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Modi Efraim. Adriana Noboa / EL COMERCIO

El director general para América Latina, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Modi Efraim. Adriana Noboa / EL COMERCIO

El director general para América Latina, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Modi Efraim. Adriana Noboa / EL COMERCIO

Israel espera un pedido de disculpas del Gobierno ecuatoriano a toda la comunidad internacional y a las víctimas del Holocausto. El director general para América Latina, del Ministerio de Relaciones Exteriores, Modi Efraim, dijo a EL COMERCIO que la respuesta enviada por la Cancillería "no fue suficiente" y que es necesaria una aclaración "fuerte y precisa" sobre el error del representante ecuatoriano ante la ONU.

Esto en referencia al discurso que dio el embajador Horacio Sevilla, el 29 de noviembre, ante la Asamblea General de la ONU. Ahí, el diplomático citó a Fidel Castro, quien había fallecido cinco días antes: "repudiamos con todos nuestras fuerzas la persecución y el genocidio que en su tiempo desató el nazismo contra el pueblo hebreo. Pero no puedo recordar nada más parecido en nuestra historia contemporánea que el desalojo, persecución y genocidio que hoy realizan el imperialismo y el sionismo contra el pueblo palestino”.

Efraim explicó que esto demuestra el desconocimiento de lo que sucede en la región con el conflicto israelí - palestino y de la historia; de lo que fue el Holocausto. Murieron 6 millones de judíos y otros millones de personas más, recordó.

El discurso, que según la Cancillería ecuatoriana buscaba respaldar la creación del Estado Independiente de Palestina, con las fronteras de antes de la guerra de 1967 y con Jerusalén Oriental como capital, causó polémica internacional.

El Gobierno de Benjamín Netanyahu planteó su reclamo "enérgico" tanto en la Cancillería en Quito como en la Embajada ecuatoriana en Tel Aviv. En el comunicado se calificaba la exposición ecuatoriana como "vergonzosa", porque no se pueden comparar las atrocidades del nazismo con el conflicto entre Israel y Palestina.

Emannuel Nahshon, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel contó que el impacto en su país por lo dicho fue muy negativo y hubiese sido mejor que no se dé el discurso. Nahshon confirmó que la relación bilateral es muy buena y que no quieren que este incidente aislado tenga una influencia dramática al respecto.

Sin embargo, Efraim fue más allá: "para seguir adelante con las relaciones" hay que evitar este tipo de errores y se requiere una aclaración, la cual confía en que llegará por parte de Ecuador.
El encargado de negocios en Tel Aviv, Enrique Ponce, fue consultado vía correo electrónico, el 6 de diciembre del 2016, sobre las consecuencias del accionar ecuatoriano. Sin embargo la Embajada en Israel respondió que la Cancillería en Quito "es la institución a cargo de absolver las preguntas planteadas".

El conflicto

La situación en Israel y Palestina es compleja, porque va más allá de la situación territorial. Y esto sucede en todo el Medio Oriente, según el profesor Uzi Rabi, de la Universidad de Tel Aviv. Para entenderlo, señala, se deben tomar en cuenta los factores de historia, identidad, religión, etnia y ciudadanía.

Gershon Baskin, fundador y miembro del centro de investigación e información Israelí-Palestina, que colabora con la resolución del conflicto, explica que hace falta liderazgo en los dos Gobiernos para sellar un acuerdo definitivo y que la mayoría de pobladores en ambos lados no creen que sea posible.

Para el profesor Zaki Shalom, de la Universidad de Tel Aviv, especialista en temas de seguridad en Medio Oriente, los límites territoriales, los refugiados palestinos y las colonias israelíes en Palestina ya no son un problema. Pero sí lo es el hecho de que los palestinos no están dispuestos a aceptar la existencia de un estado judío en la región, en medio de los territorios árabes y persa.

Además, hay que tomar en cuenta que en Palestina, Gaza y Cisjordania también hay división. El primero a manos del grupo terrorista Hamas y el segundo por la Autoridad Nacional Palestina, presidida por Mahmoud Abbas. Y entre ellos tampoco existe un acuerdo mutuo.

Tanto Israel como Palestina están rodeados de otros actores que influyen en el tablero geopolítico. Células terroristas (principalmente Hezbolla, Estado islámico y Al Qaeda), políticos (Irán, Siria, Líbano, Iraq) y las potencias externas (EE.UU. y Rusia).

Es por esto que el Gobierno israelí pidió, junto con el reclamo a Ecuador, que todos los países amigos "exhorten a la Autoridad Palestina a que regrese a la mesa de negociaciones", ya que sostiene que esta es la única forma de sellar un acuerdo entre ambas partes.

Esto pese a que, de todas formas y pese a la fijación de límites ante la ONU, las colonias judías en Cisjordania siguen creciendo. La presencia militar israelí en dichas zonas permanece y las medidas de seguridad son extremas.

La Autoridad Nacional Palestina tampoco puede solucionar sus problemas internos y buscar una solución definitiva. Por lo que el muro que divide a los dos países sigue en pie, aunque en el 96% esté hecho de alambre y no de concreto.

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