Redacción Deportes
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En la película ‘Ironman’ (hombre de hierro) el personaje utiliza una vestidura metálica que le otorga poderes para volar, trotar y correr a la velocidad de la luz.
Esto solo ocurre en la producción de Hollywood. En Ecuador, el ‘ironman’ se entrena hasta 28 horas a la semana para cubrir
3 800 m de natación, 180 km de ciclismo y 42,2 km de atletismo.
Es un deporte de resistencia que obliga a los atletas a sacrificar el tiempo con sus familiares y también a invertir su dinero para viajar a pruebas en el exterior.
Por ello, la jornada diaria de los atletas puede iniciar a las 04:00 y culminar a la medianoche.
Gerentes, ejecutivos, empresarios y hasta presidentes de clubes como Eduardo Maruri, titular de Barcelona, forman el grupo de los ‘ironman’. En Pichincha, existen 25. Pero en el país el movimiento agrupa a 65, afirma el entrenador Danilo Parra.
Patricio Vergara forma parte de la selecta agrupación. Son las 05:00 del martes 23 de diciembre y el quiteño, de 35 años, llega en su auto al parque La Carolina, al norte de Quito. Luego, realiza ejercicios de calentamiento y cumple una hora y media en bicicleta. La rutina se complementa con 30 minutos de trote.
Así, cerca de las 07:00, culmina su jornada matutina de ejercicios. Entonces, es hora de cambiar el traje deportivo por el terno y la corbata. Vergara es gerente de una empresa petrolera y se encarga de la comercialización del crudo a países del exterior.
Él reside en Tumbaco, en las periferias de Quito. Por eso, tiene poco espacio para regresar a su casa para cambiarse de traje tras el agotador ejercicio.
Por ello, ideó una solución. Todos los días, tras el ensayo, acude a la casa de sus padres, ubicada en la avenida Gaspar de Villarroel. Ahí, en el hogar de sus progenitores, toma una ducha y desayuna.
Vergara es un ‘ironman’ de proyección en el país. Él ganó la prueba del Guayasman, en agosto. En noviembre, compitió en el Ironman de Panama City, en Florida, y logró el récord nacional con nueve horas y 16 minutos. María Luz Arellano hizo el récord de las ecuatorianas, con 11:30.
Empezó a practicar este deporte hace dos años, por recomendación de su médico. Todos los días permanecía en la oficina, aferrado a una computadora.
Algo similar ocurrió con Santiago Gutiérrez. El quiteño también tiene 35 años y gerencia una empresa en Quito. En 2007, decidió incursionar en la disciplina para aliviar el estrés de la oficina. El principal dilema, entonces, era la natación. No sabía nadar.
Por ello, tomó un curso de tres meses. Ahora, se alista para participar en el Mundial 2010, en Hawái, Estados Unidos.
Gutiérrez alterna los entrenamientos, de lunes a domingo, en La Carolina y en el Rancho San Francisco, Cumbayá. Esto le deja poco tiempo para compartir con sus hijos Mateo, de 12 años, y Santiago, de 3. Por ello involucró a su hijo mayor en las prácticas.
Gutiérrez revela que para competir en el exterior, el ‘ironman’ invierte hasta USD 5 000 anuales. La mayor parte del dinero se destina en pagos de entrenadores, traumatólogo y el nutriólogo.
Chiqui Jauregui, de 45 años, es otra de las que vio en esta actividad una forma de mejorar su salud. Ella es secretaria ejecutiva de la presidencia del aeropuerto. Está divorciada y tiene dos hijos. Incursionó en el deporte en agosto pasado. Desde entonces, se entrena desde martes a domingo, en dos horarios. Su aspiración es competir en el exterior.