Ocho millones de iraquíes necesitan ayuda de emergencia

La lucha continúa entre las fuerzas armadas de Iraq y el grupo extremista Estado Islámico, mientras que millones de refugiados atrapados entre los combatientes necesitan asistencia humanitaria con urgencia.

En un acto para recaudar fondos realizado en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, Lise Grande, la coordinadora de Asuntos Humanitarios para Iraq de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró el jueves 4 que la comunidad internacional debe aportar al menos 500 millones de dólares para cubrir las necesidades inmediatas de 5,6 millones de iraquíes hasta fines de este año.

En total, la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea, calcula que de los 32 millones de iraquíes, aproximadamente 8,2 millones necesitan algún tipo de ayuda de emergencia, como raciones de alimentos y suministros médicos. La cifra podría alcanzar los 10 millones de personas en los próximos seis meses.

Desde enero de 2014 cerca de tres millones de personas huyeron de sus hogares debido al conflicto armado, cuyos frentes cambian a un ritmo alarmante, según los observadores.

"Todos los segmentos de la sociedad iraquí, yezidíes, cristianos, shabaks, turcomanos, chiíes, suníes y kurdos, se vieron afectados por la violencia", expresó el subsecretario general de la ONU, Kyung Wha Kang, el jueves, en una declaración en nombre del secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios, Stephen O'Brien.

"Las familias tuvieron que desplazarse varias veces para mantenerse un paso por delante de la horrenda violencia que azota a regiones enteras del país. Otros no saben dónde pueden encontrar seguridad, atrapados en una división sectaria que no es su responsabilidad", destacó.

La escala de la operación humanitaria necesaria en Iraq queda clara cuando se suman a los afectados por el conflicto actual 1,3 millones de personas desplazadas internamente por episodios anteriores de violencia y 250 000 sirios que buscan refugio en el país lindero con Siria.

Se cree que los refugiados están distribuidos en unos 3.000 campamentos donde los servicios básicos son insuficientes o simplemente no existen. Las cadenas de entrega de alimentos están interrumpidas, los hospitales reducidos a polvo y las escuelas transformadas en refugios improvisados ​​para la población civil en fuga.

La situación de las mujeres y las niñas es especialmente preocupante, ya que son cada vez más comunes las denuncias de secuestros, abusos sexuales sistemáticos y esclavitud. Según la ONU, el Estado de derecho está totalmente colapsado, y las ejecuciones y las violaciones en masa son la realidad cotidiana de miles de personas.

Sin embargo, las necesidades del pueblo iraquí y la disponibilidad de los fondos con fines humanitarios parecen ser inversamente proporcionales.

"Los socios humanitarios hacen todo lo posible para ayudar, pero más de 50% de la operación tendrá que cesar o reducirse si el dinero no se recibe inmediatamente", advirtió Grande el jueves 4.

La falta de fondos llevó al cierre de 77 clínicas de salud ubicadas próximas a los frenes de combate y redujo la entrega de alimentos recibidos por más de un millón de personas.

El martes 2, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que los centros de salud iraquíes necesitan, por sí solos, más de 60 millones de dólares para cubrir sus operaciones hasta fines de 2015.

Funcionarios de la OMS informaron que los desplazados corren peligro de contraer enfermedades transmisibles como sarampión, hepatitis y otras enfermedades transmitidas por el agua, y reiteraron la necesidad de que se apliquen sistemas de alerta temprana, así como campañas de vacunación y de información entre las poblaciones de refugiados sobre cómo evitar la propagación de epidemias.

"Con la llegada del verano (boreal) y las temperaturas por encima de 50 grados Celsius en partes del sur y centro de Iraq, a la OMS le preocupan mucho los riesgos que enfrentan las poblaciones de desplazados y su extrema vulnerabilidad a los brotes, entre ellos el cólera y la hepatitis", subrayó Jaffar Hussain, jefe de operaciones de la agencia sanitaria en Iraq, en una conferencia de prensa en Ginebra, el martes 2.

Actualmente, los funcionarios de salud trabajan sin la infraestructura, el personal o los equipos necesarios. Los fondos que le han permitido a la OMS operar clínicas móviles se terminarán en el correr de este mes, lo que añade otra capa de urgencia a la situación apremiante que viven millones de iraquíes.

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