La ONU precisó que al menos 1 737 iraquíes perdieron la vida solo en el mes de julio a causa de la violencia. Sumando las cifras de julio, el número total de civiles que murieron en Iraq este año asciende a unos 6 700.
Un coche bomba detonó el jueves 7 de agosto frente a un popular restaurante en el barrio de Sadr City, predominantemente chiita, de la capital iraquí, y causó la muerte de 13 personas y heridas a 22.
En el centro de Bagdad, cuatro personas perdieron la vida y 11 resultaron heridas en cuatro explosiones que ocurrieron en mercados y cerca de oficinas gubernamentales.
Iraq se vio sacudido recientemente por una gran cantidad de hechos de violencia. La mayoría de las acciones, de las que se responsabiliza a la agrupación sunita Estado Islámico (EI), se dirigen contra las fuerzas de seguridad y civiles chiitas.
El EI, un grupo escindido de Al Qaeda, que controla parte del este de Siria, conquistó territorios del norte y oeste de Iraq, en el que viven gran cantidad de sunitas.
Según datos de la ONU, 1 186 civiles murieron y 1 511 sufrieron heridas en julio. Otras 551 personas, miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes perdieron la vida el mes pasado.
“Estoy preocupado por el creciente número de víctimas en Iraq, en particular entre la población civil”, dijo Nickolay Mladenov, representante especial de Naciones Unidas en Iraq.
“Los niños y las mujeres son los más vulnerables. Todas las partes deberían garantizar que los civiles estén protegidos y que la ley humanitaria internacional sea respetada”, añadió.