Irán: recuento parcial de votos confirma la victoria de Ahmadinejad

Teherán, AFP

El recuento parcial de los votos de la cuestionada elección presidencial iraní del 12 de junio, una operación boicoteada por los candidatos derrotados, confirmó este lunes la victoria del mandatario Mahmud Ahmadinejad, tal como lo preveían las autoridades.

El Consejo de Guardianes de la Constitución confirmó hoy los resultados de las elecciones y la reelección de Ahmadinejad, luego del recuento del 10% de las urnas, escogidas “aleatoriamente” en todas las provincias del país, según informó la televisión pública iraní.

El jefe del Consejo, el ayatolá Ahmad Janati, informó por carta al ministro del Interior, Sadeq Mahuli, del resultado de esta operación, boicoteada por los candidatos derrotados.

“Confirmamos el resultado de la décima elección presidencial”, declaró Janati, según la misiva citada por la televisión. “La mayoría de las objeciones no fueron consideradas como fraudes sino como irregularidades menores que se producen en cada elección. No son significativas y las denuncias no tienen por lo tanto fundamentos”, estimó.

Centenares de miembros de las fuerzas de seguridad estaban desplegadas en las calles de Teherán al momento del anuncio del veredicto del Consejo de los Guardianes, según testigos, para disuadir a la oposición de organizar nuevas manifestaciones.

Este recuento parcial tuvo como objetivo poner un término a las acusaciones de fraude a gran escala que lanzaron los tres rivales de Ahmadinejad, Mir Hosein Musavi, Mehdi Karubi y Mohsen Rezai.

Una comisión especial creada por el Consejo de los Guardianes de la Constitución, instancia electoral suprema de Irán, había recibido la orden de proceder a un recuento del 10% de las urnas.

Los tres rivales del presidente, que pedían un recuento de todos los votos expresados, declinaron formar parte de esta comisión. El lunes por la mañana se organizó una reunión entre la comisión y representantes de Musavi para examinar una propuesta alternativa presentada por éste, pero el encuentro no sirvió para hallar una solución a la crisis.

Las acusaciones de fraude y la oposición a la reelección del presidente provocaron una serie de protestas, inéditas desde la revolución de 1979, que dejaron 20 muertos y centenares de heridos. En 15 días “más de 2 000 personas”  fueron detenidas en Irán y cientos “desaparecieron”, según la Federación Internacional de Ligas de los Derechos Humanos (FIDH).

En paralelo, Irán liberó a cinco de los nueve empleados locales de la embajada de Gran Bretaña detenidos y aseguró que no desea reducir sus relaciones diplomáticas con Occidente.

Confirmando la liberación de sus cinco empleados, el gobierno británico se declaró “muy preocupado” por el mantenimiento en detención de los otros cuatro, lo que el primer ministro Gordon Brown consideró “inaceptable e injustificable”.

“De las nueve personas detenidas, cinco han sido liberadas y las otras siguen siendo interrogadas”, declaró a los periodistas el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Hasan Ghashghavi.

Irán acusa a Gran Bretaña de haber enviado al personal de su embajada entre los “agitadores” para “guiarlos e intensificar los disturbios”.

Ghashghavi aseguró que las detenciones se efectuaron en base a “pruebas” de implicación en los disturbios.

En Washington, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, denunció el lunes el “deplorable acoso” contra los diplomáticos británicos en Irán y aseguró que seguía la evolución de la situación con “mucha inquietud”.

El régimen iraní afirma desde hace más de una semana que las protestas que sacuden al país desde los comicios fueron organizadas por Occidente y en primer lugar por Gran Bretaña.

Los países Occidentales lo desmienten con firmeza y cuestionan la validez del voto al tiempo que condenan la dureza de la represión de los manifestantes.

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