Teherán, AFP
Irán confirmó este miércoles su intención de producir el uranio altamente enriquecido (20%) que, según dice, necesita para su programa nuclear, desdeñando así las presiones disuasorias de la comunidad internacional, que teme que se dote de armas atómicas.
“La nación iraní producirá por sí misma el combustible enriquecido a 20% y todo lo que necesite” para llevar a término su programa nuclear, declaró el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad durante una visita a Ispahan (centro), donde se encuentran varias instalaciones nucleares.
“A nuestro modo de ver, el tema nuclear está cerrado”, agregó, refiriéndose al litigio entre Irán y los países occidentales, que llevan años intentando controlar las actividades iraníes en el marco de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) .
La decisión iraní fue anunciada el domingo por Ahmadinejad, en respuesta a una condena de la AIEA contra Irán por, entre otras cosas, haber ocultado hasta septiembre la existencia de una segunda planta de enriquecimiento de uranio en Fordo, a unos 100 km al sur de Teherán.
El jefe de Estado también había anunciado el domingo la construcción de otras diez plantas de enriquecimiento de uranio en el país por motivos de seguridad. Y es que Estados Unidos e Israel nunca han excluido la hipótesis de emprender una acción militar contra las instalaciones nucleares iraníes si fracasan las negociaciones.
Irán, firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) , siempre afirmó que su programa nuclear era puramente pacífico y que el uranio enriquecido a 20% del que quiere dotarse estaba destinado a su reactor de investigación médica de Teherán. Pero los occidentales temen que la República Islámica logre producir suficiente combustible para enriquecerlo a un nivel que le permita fabricar una bomba atómica.
“Irán no hará concesiones a nadie, y no renunciará a sus derechos”, advirtió Ahmadinejad, que también criticó a los países que votaron la resolución de la AIEA, la cual podría abrir la puerta a nuevas sanciones de la ONU contra la República Islámica.
“Queremos cooperar en una buena atmósfera” con la organización internacional pero “la puerta se cerrará” si los occidentales “consideran nuestras iniciativas positivas como un deber”.
El aumento de la tensión se debe al fracaso de las negociaciones entabladas en octubre entre la AIEA y Teherán sobre la posibilidad de enriquecer en el exterior de Irán el combustible que el país dice necesitar.
El anuncio de la construcción de nuevas instalaciones fue percibido como una provocación por los occidentales, que amenazaron a Teherán con nuevas sanciones, pero también por países hasta entonces próximos a Irán, como Rusia o China, que votaron a favor de la resolución de la AIEA.
“Rusia cometió un error”, replicó el martes Ahmadinejad.
El Presidente también desestimó el miércoles la posibilidad de una acción militar contra plantas nucleares iraníes. “El régimen sionista no es nada, incluso sus amos no pueden hacer nada” contra el programa nuclear iraní, estimó en alusión a Estados Unidos y a los países occidentales que apoyan a Israel.