Según el Municipio, 14 sectores, ubicados en las zonas bajas de Portoviejo, se han inundado y unas mil familias fueron afectadas. Foto: @Riesgos_Ec
Santa Ana es uno de los cantones más afectados por las fuertes lluvias que se registraron el fin de semana en Manabí. Según el informe preliminar de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio, al menos 2 700 personas resultaron afectadas.
Una es René Arteaga, morador del barrio Siete Esquinas, ubicado en el centro. Perdió los enseres de la casa debido a una inundación por el desbordamiento del río que lleva el mismo nombre del cantón. “En la madrugada el agua ingresó a la casa y en minutos ya nos daba arriba de la cintura. Alcanzamos a alzar algunas cosas, pero tuvimos que salir”.
Su vecino Luis Ponce, propietario del Hotel Girasol, los albergó durante la noche pese a que el primer piso estaba lleno de agua. “Teníamos miedo de dormir ahí, pero era lo único seco a lo que podíamos acceder”. Esa noche, Ponce ayudó a varias familias, que tenían niños y adultos mayores.
En ese sector, el Comité de Operaciones de Emergencia decidió suspender el servicio eléctrico porque el agua aún no ha sido evacuada y se podrían presentar cortocircuitos. Unas 20 cuadras del centro de la ciudad se encuentran inundadas. En ese sector se está la zona comercial de Santa Ana. Hasta ayer, al mediodía, en el poblado no había farmacias ni tiendas abiertas. Todas estaban inundadas.
Según Adrián Torres, director de la Unidad de Gestión de Riesgos del Municipio de Santa Ana, en la mañana del domingo el agua empezó a bajar en la ciudad aunque los ríos aún continúan crecidos.
En el malecón, el agua también disminuyó, pero lucía llena de lodo y escombros. Esa obra había sido regenerada el año anterior por el Municipio, por un costo de alrededor de USD 400 mil. “Está destruido. Las calles inundadas y hay sectores a los que no podemos acceder porque el agua nos da por el pecho”, manifestó la comerciante Rosa Zambrano.
Ella vive cerca del malecón y junto con los vecinos empezó a limpiar las veredas de la cuadra para movilizarse por las aceras ya que las calles siguen anegadas. El Municipio también inició los trabajos de limpieza de calles, esteros y ríos como el de Lodana, una parroquia urbana de Santa Ana.
Ahí las fuertes palizadas afectaron a un muro de escolleras, al puente y a la vía Portoviejo – Santa Ana. Hasta el domingo 9 de abril del 2017 se había habilitado un carril de esa calzada por donde circulan unos 8 000 vehículos a diario.
El presidente de la junta de Lodana, Luis Lopez, señaló que en esa parroquia también se registraron inundaciones en cultivos de maní, arroz, cacao y pepino. Además, unas 10 viviendas fueron afectadas.
En la parroquia rural de Pueblo Nuevo, la zona de San Pablo está inhabilitado debido a que el puente se inundó. En esa parroquia, el Cuerpo de Bomberos inició la noche del sábado la búsqueda de un hombre.
La Secretaría de Riesgos informó que, a causa del invierno en Manabí, 25 995 personas están consideradas como afectadas y 5 721 viviendas sufrieron daños de infraestructura.
En Portoviejo la situación invernal es similar. El sector El limón de Mejía, en la zona urbana, se anegó. La mañana del domingo, el agua tapaba el primer piso de las viviendas. Las personas debieron salir con lanchas y con cabos para precautelar sus vidas. Ahí, al menos 200 personas se afectaron.
Over Salvatierra, de 64 años, perdió la mayoría de enseres. Él se dedica a la venta y crianza de pollos y gallinas. El portovejense tuvo que sacar a más de 40 pollos durante la noche del sábado. “Las gallinas las subí al techo y les puse alimento para que se mantengan ahí, pero si el agua no se desfoga tendré problemas”, señaló.
Según el Municipio, 14 sectores, ubicados en las zonas bajas de Portoviejo, se han inundado y unas mil familias fueron afectadas.
Una de esas es la parroquia Colón, donde las viviendas de 240 familias fueron alcanzadas por el desbordamiento del río. La ministra de la Secretaría de Gestión de Riesgos, Susana Dueñas, visitó el cantón y entregó kits de alimentos, toldos y colchones en varios barrios de Portoviejo y en unos nueve cantones más.
Para evacuar las aguas, el Municipio empleó 236 trabajadores municipales, quienes están utilizando 64 máquinas, 11 bombas de succión y 2 drones se mantienen operativos desde la noche del viernes para monitorear los ríos.
Flavio Alfaro, Chone, Tosagua, Montecristi, Manta, Olmedo, Jipijapa y Rocafuerte también se anegaron por el desbordamiento de varios ríos y esteros como Novillo, Quinindé y Garrapata. En esos cantones, ayer al mediodía empezaron a bajar los niveles de agua en las calles.
Según un reporte del sistema ECU 911 hubo varias emergencias. En Jipijapa, sector Pisloy Maldonado, se reportó un deslave producido por las lluvias. En Rocafuerte-Tierras Amarillas hubo la evacuación de familias ya que las casas tenían problemas de acumulación de aguas. En Manta, más de 30 viviendas presentaron afectaciones por la creciente del río.