El Mall del Pacífico se construyó con una inversión de USD 70 millones y atiende desde el 19 de abril del 2017. Foto: Joffre Flores/EL COMERCIO
El proceso de reactivación de la provincia costera de Manabí, afectada por el terremoto del pasado 16 de abril del 2016, estuvo marcada por la apertura de nuevos negocios.
Las empresas y emprendimientos que han surgido se originan por tres factores. Primero, la de aquellos ciudadanos que perdieron su patrimonio y tuvieron la necesidad de arriesgarse y emprender en el comercio con productos y negocios nuevos.
Segundo, aquellos empresarios nacionales que apostaron por la inversión en áreas emergentes que se necesitaban reactivar, por ejemplo, la creación de centros médicos.
Y tercero, empresarios que ya tenían en construcción mega proyectos como el Mall del Pacífico y el Hotel Sail Plaza en Manta, pero que luego del terremoto aceleraron su gestión.
Con el objetivo de que los negocios se instalen en las zonas afectadas, la Ley de Solidaridad por el Terremoto, publicada en mayo del 2016, incluyó una serie de incentivos para la inversión, entre los cuales constan rebajas en el anticipo del impuesto a la renta (IR), la exoneración de este tributo, el descuento de dos puntos en el impuesto al valor agregado (IVA), entre otros.
Es así como entre mayo del 2016 y junio de este año se constituyeron 2 012 establecimientos activos dedicados a la construcción, alojamiento, comercio, industrias y otras actividades, según datos de la Superintendencia de Compañías. Aunque esta cifra es inferior comparada con el período previo (2 243 negocios nuevos), para el sector empresarial es alentador porque las inversiones privadas no pararon.
Según Vinicio Aray, inversionista del Resort Sail Plaza, inaugurado el 12 de mayo pasado, la construcción del hotel se inició en el 2014. La decisión de crearlo se hizo en base a un estudio que determinó que Manta tenía un déficit de 300 camas en el sector hotelero de cinco estrellas. Esa fue la principal motivación de Aray.
Para él, la Ley de Solidaridad fue un beneficio necesario para animar al inversionista a continuar con sus obras. La inversión en el hotel fue de USD 51 millones, el 60% fue financiado por la Corporación Financiera Nacional (CFN).
Uno de los aspectos importantes que estableció la Ley para estimular las inversiones fue la exoneración del pago del IR durante cinco años. Para las inversiones turísticas la exoneración es por 10 años.
Otro de los estímulos para la inversión privada provino del gobierno local. En el caso de Manta, a través de una ordenanza, el Municipio estableció la exoneración temporal (por un año) del 50% de la tasa anual de funcionamiento que deben pagar los establecimientos turísticos nuevos.
El Mall del Pacífico, ubicado frente a la playa El Murciélago, se inauguró el 19 de abril. Es una obra valorada en USD 70 millones, financiada en su tercera parte por el Banco del Pacífico. Según Miguel Chiriboga, gerente general de DKMS, operadora del centro comercial, la exoneración del IR “es un aliciente adicional que nos ayudará a mejorar la rentabilidad del proyecto”.
La Prefectura de Manabí entregó el reconocimiento al mérito empresarial a los ejecutivos del hotel y del ‘mall’.
Los pequeños emprendimientos también ganaron impulso después del terremoto, como fue el caso de Lorena Castillo, quien decidió dedicarse a la preparación de ají casero para la venta. Empezó vendiendo a sus vecinos bajo pedido. Actualmente prepara más de 1 000 frascos mensuales que los distribuye en Almacenes Tía en Portoviejo.
“El comercio se reactivó por su propia cuenta”, cuenta Alba González, presidenta de la Cámara de Comercio de Portoviejo. Los comerciantes emigraron, se reinstalaron y se pusieron activos, ya sea en sus casas o alquilando espacios en otros sectores, explicó.
Diagonal al recinto ferial de Portoviejo se levanta la clínica San Francisco con una inversión de USD 15 millones. Desde la avenida principal se observa la construcción que tendrá 49 consultorios, sala de emergencia, tres quirófanos, 56 camas, etc. Según Guido Carranza, inversionista, la obra arrancó en julio del 2016, luego de que se evaluó que existía esa necesidad, ya que la clínica San Antonio, de alta demanda, y otras pequeñas colapsaron.
Carranza cree que el mantenimiento del 12% de IVA fue insuficiente. “Debe existir un IVA diferenciado. En Manabí debería bajarse al 7%”.
Otra iniciativa fue la Alianza por el Emprendimiento y la Innovación (La Favorita, Arca Continental y otros), a través de la cual se creó un fondo de USD 10 millones.