En la autopista Cuenca – Azogues se realiza la estabilización del talud, a cargo del MTOP. Foto: Xavier Caivinagua/PARA EL COMERCIO
Las mayores inversiones en mantenimiento vial en este primer semestre del 2017 estuvieron en Azuay, Bolívar y Carchi.
Los trabajos consistieron básicamente en remover los escombros de los deslaves causados por el invierno, quitar la maleza, limpiar cunetas o bordillos y reponer la señalética. Estas labores se ejecutan según la necesidad o los eventos adversos. También se hizo el mantenimiento periódico como el recapeo o bacheo, lo cual se planifica cada 5 años.
Según el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), en esas tareas se invierten entre USD 600 y 1 500 mensuales por cada uno de los 9 997 kilómetros de vías estatales que tiene el país.
Para todo el año se tiene previsto invertir USD 86,32 millones, de los cuales se han gastado 28,1 millones.
En los últimos dos años, Azuay se llevó la mayor cantidad de recursos. El MTOP tiene a su cargo 550 kilómetros de vías, de los cuales 240 kilómetros están en mantenimiento este año, a través de micro-empresas viales; el resto está en reconstrucción.
La de mayor inversión es la Cuenca-Molleturo-Naranjal, de 120 kilómetros, que conecta Azuay con Guayas. En varios sitios de la carretera hay fallas geológicas que con las lluvias ocasionan deslizamientos y bloqueos, dice Hugo Vásconez, subsecretario de la zonal 6 del MTOP.
“Estos casos demandan una intervención inmediata, porque es la vía de mayor tráfico comercial y turístico entre las dos provincias”. Cuatro microempresas limpian cunetas y derrumbes menores, maleza y reponen la señalética.
Cada una tiene entre siete y 10 obreros oriundos de la zona de influencia. Ellos ganan alrededor de USD 700 mensuales.
Javier Jarama dirige la Microempresa Sayausí de ocho obreros y contó que, a más de trabajo diario, están atentos a una posible caída de material para intervenir de inmediato o reportar a las autoridades en caso de derrumbes mayores.
Hace una semana estuvieron a la altura de Sayausí, evacuando la maleza y basura de una alcantarilla.
Las otras tres microempresas están en los tramos Cumbe-La Jarata, de la vía la Cuenca-Loja; y en la San Pablo-Paute, que comunica a Azuay con Morona Santiago. Ninguna microempresa hace bacheo, porque es un trabajo técnico, dijo Vásconez.
En la intervención no se incluyen las vías que están en reconstrucción y arreglo, como la Léntag-San Francisco (conecta con la provincia de El Oro), autopista Cuenca-Azogues, Guarumales-Méndez, Gualaceo-Limón y la Sígsig-Chigüinda-Gualaquiza.
En Bolívar se han invertido USD 2 millones de los 4,2 millones asignados.
Según Gustavo Pilamunga, director del MTOP de Bolívar, las intervenciones comenzaron en julio pasado. Al finalizar la temporada invernal se limpiaron los diferentes derrumbes, cunetas y alcantarillas.
Las cuadrillas de obreros y operarios del MTOP construyeron muros de piedra de escolleras y hormigón armado para reconstruir las mesetas asfálticas en la Chimbo-El Torneado-Cristal y San Pablo-Chillanes–Bucay.
Se edificaron muros de contención en las montañas en las vías Guaranda-Guanujo-Echeandía, Guaranda-Balzapamba, Echeandía-Ventanas y la Ambato-Guaranda.
Una de las vías con más daños por las lluvias fue la Chimbo-El Torneado-Cristal. Pilamunga indicó que en 25 zonas de 20 kilómetros de la carretera se presentaron daños considerables. “Las vías están habilitadas, pero los trabajos de mantenimiento continúan”.
En Carchi, cada cinco kilómetros, un obrero contratado por Panavial limpia las cunetas, alcantarillas y señalización de la Panamericana E-35.
También, debe cortar la vegetación y limpiar los deslaves menores. A ese trabajo se denomina mantenimiento rutinario, explica Paúl Champutiz, director del MTOP, en Carchi.
Este año, la inversión para Carchi subió a USD 2,8 millones. Champutiz explica que deben mantener en buen estado el tramo entre Bolívar y Rumichaca (más de 50 km), donde aún no inician los trabajos de ampliación de 2 a 4 carriles, a cargo de Panavial. Es por ello que hay que hacer un mayor mantenimiento.
En la vecina provincia de Imbabura sucede todo lo contrario, porque tiene prácticamente toda la carretera nueva; recientemente fue ampliada y no necesita mayor intervención, comentó el técnico.