Inundaciones en la segunda etapa de Monte Sinaí, en Guayaquil, este martes 12 de abril del 2016. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO
El eco de una cascada resuena en la sala de Verónica Cruz. El agua corre de día y de noche, justo a un costado de su casa ubicada en la cooperativa Ciudad de Israel.
Las fuertes lluvias de febrero pasado socavaron parte del terreno aledaño a su vivienda, hasta que un cráter se formó con las intensas lluvias de esta semana en Guayaquil. “Ahí había una casa.
Pero por las inundaciones, en inviernos pasados, esa familia se fue. Si seguían ahí hubiera sido una tragedia”, dice Cruz.
Un riachuelo amarillento cubre las vías rellenas con cascajo en este sector popular del noroeste de la ciudad, formado hace unos 10 años, como dicen sus moradores. El agua atraviesa con fuerza a lo largo de unas seis cuadras, desde una zanja hasta otra ubicada detrás de la casa de los Cruz.
“Tuvimos que sacar las camas de esa esquina, porque ahí duermen los niños”, contó Maritza Cruz. La tierra, en esa esquina de la edificación, está cediendo.
En Ciudad de Israel viven unas 80 familias. Para llegar a la vía principal, que conecta toda la zona de Monte Sinaí, deben hacer malabares sobre las piedras que algunos vecinos colocaron en ciertas intersecciones para facilitar el acceso.
“Siempre había inundaciones pero en este año ha sido peor. No hemos recibido ayuda y tampoco nos dejan entrar unas volquetas con cascajo para rellenar”, cuenta Gloria Ricaurte mientras recorre el sector con la ropa empapada. Cuando llueve con fuerza el agua llega hasta la cintura.
José Villamarín cuenta que el lunes 11 de abril perdió su casa. El último aguacero afectó la endeble estructura de madera y caña, y tuvo que pasar sus pocos enseres a la vivienda de un familiar. “Tuvimos que poner cuatro camas en la sala para entrar todos”, dice.
Esta cooperativa es parte de Monte Sinaí, donde hubo varios desalojos. Villamarín recuerda que hace un par de años recibieron una oferta gubernamental de reubicación en la cercana zona de Las Marías. “Pero todavía no hay nada confirmado, no sabemos si ese proyecto se hará”.
Ayer, delegados del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) visitaron parte de un terreno cercano -de 55 hectáreas-, donde planifican levantar un nuevo plan habitacional. La obra está valorada en USD 70 millones y tiene el respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).