Redacción Cuenca
Las manos están en alto, luego van a la frente y al corazón. Andrea Soledispa, de 24 años, hacía todo lo que el yachac Jaime Pilatuña pedía. Este ritual se hizo hacia los cuatro puntos cardinales, para recibir energías del Inti o Sol.
Fue parte del ritual del vigésimo Inti Raymi, que se inició al mediodía del sábado en el Complejo Arqueológico Narrío, en Cañar. Para eso se levantó un altar ceremonial con algunas frutas, maíz, plantas medicinales… organizadas de forma circular.
El yachac Pilatuña tuvo la ayuda de niños y niñas, jóvenes y adultos de la nacionalidad cañari y de algunas autoridades de la localidad. Cada uno ofrendó un puñado de tierra y pequeñas plantas. La tierra se colocó en el centro del altar. Así se pidió al Sol fertilidad para las cosechas en las chacras de los indígenas.
El rito duró alrededor de una hora. Los asistentes formaron un círculo para observar y ser parte.
A esa hora, el sol era canicular, el yachac hacía sonar un cuerno, mientras otros indígenas cañaris tocaban la flauta y hacían sonar el tambor. El ritual estaba en su momento principal. Los asistentes no dejaban de atender, el aguardiente los acompañó.
Gregory Willson, un turista estadounidense de 28 años, llegó a Cañar desde el pasado viernes. Asistió desde que se iniciaron los programas por la celebración del Inti Raymi. Pero no solo eso, también visitó el Complejo Arqueológico Ingapirca.
Dice que todo le sorprendió, desde la forma en que los indígenas celebran la fiesta del Sol, hasta lo “impresionante de las construcciones ancestrales”.
Sus manos también estuvieron levantadas y las de su acompañante, la cuencana Verónica Sarmiento. Ella llega todos los años a observar de la festividad indígena. “A mí aún me impresionan las costumbres de los indígenas. Nosotros a veces no las tenemos en cuenta, pero son únicas”.
Las festividades se iniciaron la noche del viernes con la elección de la Ñusta Inti Raymi del pueblo Cañari, la Ñusta de la Capital Arqueológica, la Sara Ñusta y la Allpa Ñusta.
Las candidatas que participaron en esa noche pertenecían a siete cantones de Cañar. Esa noche se realizó el ritual ceremonial de iniciación del Inti Raymi.
El sábado empezaron los recorridos turísticos por los corredores cañaris de Shizho, Ingapirca, Baños del Inca, Patococha…
Ese día, luego del rito Inti Raymi, danzaron 60 grupos folclóricos nacionales y cinco de Perú y Bolivia. Entre ellos, el grupo del Instituto Educativo Víctor Hugo Haya de la Torre, de Piura, Perú.
Este grupo llegó por tercer año consecutivo a la celebración en Cañar. Así lo cuenta César García, coordinador del grupo.
La Unión Provincial de Comunas y Cooperativas Cañaris organizó la celebración.
Ayer terminó el Inti Raymi en Cañar con ceremonias de despedida al Tayta Inti, a la Pacha Mama y a la Mama Killa (Padre Sol, Madre Tierra y Madre Luna).