PPL de la cárcel de Turi, en Cuenca, depusieron la huelga de hambre que iniciaron este martes 11 de junio. Foto: EL COMERCIO
Menos de tres horas duró el intento de huelga de hambre de las personas privadas de la libertad del Centro de Rehabilitación Social de Turi de la capital azuaya. Hubo la quema de prendas de vestir y una riña entre dos internos que dejó a uno de ellos heridos.
Todo esto ocurrió la mañana de este martes 11 de junio del 2019 en solidaridad con los 33 internos, considerados de alta peligrosidad y de difícil adaptación, que fueron separados del resto de los 400 internos de este pabellón denominado Tomebamba.
Ellos –al igual que lo ocurre en otras cárceles del país y por disposición del Ministerio del Interior– fueron aislados el 15 de mayo del 2019 como parte de la reestructuración de los pabellones de alta peligrosidad que se realiza a escala nacional.
Este centro acoge a 2 500 internos y a la medida se habían unido todos los pabellones, excepto el de mujeres y otro denominado Sueños. Ellos exigían que se revea esa decisión y que se les permita la visita de los familiares y el ingreso de prendas de vestir y útiles de aseo.
Pero, además, que se mantengan los economatos (almacenes para vender productos dentro de la cárcel) y dialogar con las autoridades del centro penitenciario y de la Policía Nacional que están a cargo de la seguridad interna.
Según Belén Cabrera, directora de este centro, la normalidad llegó tras ese diálogo y por eso solo se retrasaron las horas de la comida. “Estamos trabajando en la reestructuración de este pabellón para adecuar los reglamentos de acuerdo al tipo de banda que están dentro de las cárceles y así evitar incidente.
Cabrera explicó que esto les permitirá identificar y hacer horarios de los grupos (bandas) que puede salir al patio por días y las horas de visita. “Eso estará listo en una semana más”. Hasta el mediodía –tras un diálogo con las autoridades del centro- levantaron la medida.
Antes de eso y en una de las trifulcas dos internos se enfrentaron. Uno de ellos resultó herido por arma blanca y fue trasladado al hospital Vicente Corral Moscoso. Dos horas después retornó y no registró complicaciones. “Esto ocurre por problemas que traen desde la calle”, dijo Cabrera.
En la tarde llegó a este centro Verónica Aguirre, en representación de la Defensoría del Pueblo. Ella explicó que no encontró anomalías. “Los internos almorzaron y merendaron con normalidad y están garantizados sus derechos. Estamos para ayudar en los puntos en controversia”, dijo.
Mientras tanto, los controles en los exteriores del centro carcelario de Turi se mantienen por parte del Ejército. El subteniente Richard Gordón, dijo en estas dos semanas que está al frente del primer filtro de seguridad, no han detectado el ingreso de armas, municiones ni explosivos.