11 intermediarios de Odebrecht usaban apodos y claves para recibir sobornos

Según la fiscalía brasileña, los países que han solicitado documentos sobre el caso Odebrecht podrán enviar a sus fiscales para recibir las pruebas desde el 1 de junio, al vencer el plazo de sigilo internacional. Foto: Archivo EFE

Según la fiscalía brasileña, los países que han solicitado documentos sobre el caso Odebrecht podrán enviar a sus fiscales para recibir las pruebas desde el 1 de junio, al vencer el plazo de sigilo internacional. Foto: Archivo EFE


La asistencia penal internacional que Estados Unidos envió al Ecuador detalla 21 pagos de sobornos realizados por la constructora Odebrecht a personas cuyas identidades fueron escondidas detrás de apodos.

Foto: Archivo EFE

Esos giros, revisados por este Diario, se realizaron en el 2012 y en el 2014 y la ruta de ese dinero es investigada por la Fiscalía dentro del caso de asociación ilícita.

En este expediente están procesados el vicepresidente Jorge Glas, su tío Ricardo Rivera y otras 16 personas, entre ecuatorianos y exdirectivos brasileños. La información de EE.UU. menciona a 14 ‘offshores’ que se usaron para concretar el pago de los sobornos.

Entre estas empresas están Alesbury Investment, Belvedear Worldwide, Cilgory, WW Managment Consultants, Glory International Industry, etc.

Junto a cada trasacción aparece un apodo. Por ejemplo, ‘Primos’ recibió coimas por el trasvase Daule-Vinces (ver infografía).

Ahora, los agentes investigadores rastrean quiénes están detrás de los apodos.

En los documentos enviados por EE.UU. se explica que para realizar dos operaciones ilegales, los directivos empleaban palabras clave como “providencias” que significaba pagos a empresas de fachada. Estas firmas servían para que Odebrecht pudiera justificar el envío de fondos.

La asistencia penal revela que ese esquema de corrupción se usó puntualmente en dos proyectos: la preparación de tierras para la Refinería del Pacífico y el acueducto La Esperanza, en la misma obra.

Antes de que la constructora obtuviera estos contratos, firmó un subcontrato con empresas de fachada. Estas debían proveer estudios de ingeniería consultiva. El departamento de sobornos de la firma brasileña también cuidaba incluir cláusulas de confidencialidad por 10 años para que los representantes de dichas compañías no pudieran revelar información.

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