Conozca cómo es el interior del tren del Metro de Quito

Cada tren tiene 109 m de largo y está conformado por seis vagones. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.

Cada tren tiene 109 m de largo y está conformado por seis vagones. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.

Todo en su interior es flamante: los asientos plásticos azules, las agarraderas de metal, el piso antideslizante, las salidas de emergencia y los sitios especiales para que se ubiquen las personas con movilidad reducida. Los trenes del Metro de Quito están listos para abrirse y recibir a la ciudad.

Para ingresar por primera vez a uno de los vagones, fue necesario descender casi 20 metros, en la Estación de El Labrador, en el norte. Lo único más monumental que el enorme túnel de cemento, que parece no tener fin y que está perfectamente iluminado, es el tren de 109 metros de largo.

Desde la parte frontal, sus dos luces potentes enceguecen. Pese a que dentro del túnel de 22 km de largo que une El Labrador con Quitumbe no verá la luz del sol, tiene plumas en el parabrisas. Se las activa y se mueven de un lado al otro. Servirán para limpiar el ventanal de polvo.

Cada tren tiene seis vagones, los cuatro del centro y dos cabinas de mando a los extremos, de manera que cuando llega a su destino final, no hace falta que dé la vuelta, se activa la cabina del lado contrario y el tren sigue su curso. Es como una serpiente con dos cabezas.

Todavía huele a nuevo. Tiene ese aroma al plástico que envuelve a los electrodomésticos por estrenar y que hace desear que se mantenga intacto. Cada vagón tiene ocho puertas, cuatro a cada lado, así, puede embarcar y desembarcar pasajeros mientras viaja en cualquiera de los sentidos.

Los trabajadores que se encargan de preparar las unidades para los primeros viajes sobre rieles conocen de memoria para qué sirve cada botón. Al no ser la voz oficial de la empresa no pueden dar su nombre, pero explican con solvencia los servicios a los que la gente podrá acceder.

Hay cuatro pantallas por vagón en donde se proyectará información sobre rutas y tiempos de viaje. Cada una de las puertas tiene un botón amarillo en el centro. Carlos Ordóñez, director de Comunicación de la Empresa Metro de Quito, explica que cada usuario deberá presionarlo si desea que la puerta se abra. Las puertas principales que se encuentran junto a los espacios para personas con movilidad reducida se abrirán siempre que se llegue a una estación, las otras, en cambio, se abrirán cuando un pasajero así lo solicite. Hay la posibilidad de que desde cabina, el operador abra todas.

Junto a la puerta hay un intercomunicador que permitirá que el operador esté en contacto con el pasajero. En caso de emergencia, una persona puede presionar un botón rojo y, de inmediato, el operador le responderá y le preguntará lo que ocurre.

En cada vagón, debajo de los asientos junto a la puerta, se guardan escaleras de emergencia. En caso de que el tren deba detenerse en un lugar lejano a la estación, se pueden abrir las puertas y colocar la escalera para que las personas puedan bajar. La puerta se ubica a 1,12 metros del suelo.

Cada vagón tiene luces laterales a lo largo del techo, paneles donde se proyecta la hora y la fecha, dos extintores, detectores de humo, un techo con rejillas de ventilación y una salida de emergencia.

La cabina principal es un espacio de unos 4 m2 donde solo permanecerá el operador. No tiene pedales para frenar o acelerar, tampoco volante.

El impulso se lo dará desde una palanca ubicada a su lado derecho que se desplaza hacia adelante o hacia atrás dependiendo de cómo quiera mover al tren. Esa palanca tiene un botón en uno de sus lados y el operador deberá presionarlo cada cinco segundos y, si lo tiene presionado permanentemente, deberá soltarlo cada 30 segundos como señal de que todo está bien en la cabina.

Si por algún motivo deja de enviar esa señal, el sistema emite una alerta, el tren se detiene y se contacta con superficie. Todo el panel está lleno de botones que controlan la parte electromecánica del tren. Cada detalle como la presión, la ventilación, los acoples de trenes, sensores, las luces, puede ser monitoreado desde aquí. Todo en las pantallas es digital.

Está programado que hoy (18 de marzo del 2019) el presidente Lenín Moreno, el alcalde Mauricio Rodas y otras autoridades formen parte de las pruebas sobre rieles.

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