Hasta mediados del siglo XX la mortalidad infantil era alarmante en Quito y en todo el país, ante lo cual el alcalde de entonces, Carlos Andrade Marín, dio especial atención al problema y dispuso que el director de Higiene, Cornelio Donoso, haga un estudio exhaustivo de las preocupantes condiciones sanitarias de la leche que se expendía en la capital, casi siempre adulterada con agua de acequias.
El informe presentado el 14 de mayo de 1948 destaca, en sus conclusiones, que la mayoría de haciendas proveedoras contaban con sistemas de ordeño y transporte rudimentarios; que el 90% del producto que ingresaba a Quito contenía bacilo coli y que las soluciones eran tomar medidas urgentes para mejorar la higiene en esa etapa e implantar la pasteurización de la leche para evitar epidemias de tifoidea, difteria, infecciones intestinales, etc., que causaban graves estragos.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se hizo eco de esa patética situación y el 21 de agosto de 1952 donó al Gobierno un equipo de pasteurización y un laboratorio básico; el presidente Camilo Ponce los cedió al Municipio capitalino, que, de inmediato, promovió la formación de una entidad para su administración; el 9 de mayo de 1960 se suscribió el acta constitutiva de la Compañía Anónima Civil y Mercantil Empresa Pasteurizadora Quito, con la participación de la Municipalidad, la Cámara de Agricultura, la Asociación de Ganaderos y un grupo de visionarios productores de leche. Para entonces ya era alcalde Julio Moreno. El 10 de abril de 1961, esto es hace medio siglo, culminó el esfuerzo y salieron al mercado los primeros litros de leche pasteurizada, en botella, que evolucionó a la funda de polietileno, al envase Tetrapak y a varios derivados con la marca Vita.
César Chiriboga Villagómez y José Espinosa Correa fueron los primeros Presidente y Gerente y artífices de la compleja y hasta entonces desconocida tarea. En la parte técnica participaron con éxito Gustavo Múller y Carlos Granja Luzuriaga, quien aún labora en esa emblemática empresa. Papel preponderante ha cumplido, entre otros ganaderos, Jorge Acosta Velasco, dos veces Gerente y ahora Presidente Honorario. Roberto Espinosa y Patricio Calderón son presidente y gerente en la actualidad y le han dado notable impulso.
La simiente ha dado buenos frutos. Ahora existen decenas de pasteurizadoras a lo largo y ancho del país y en estos tiempos de revolución ciudadana, cuyos adalides pregonan que la salud ya es de todos y que las asignaciones para esa área son las más altas de la historia, parece que la mortalidad infantil se hubiese trasladado a hospitales públicos, en los que se atiende a neonatos en cajas de cartón en vez de termocunas y el Defensor del Pueblo denuncia que hay crisis.