La inseguridad en las noches, una preocupación en la Michelena

Los moradores del sector de la Michelena, sur de Quito, piden seguridad. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Los moradores del sector de la Michelena, sur de Quito, piden seguridad. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Los moradores del sector de la Michelena, sur de Quito, piden seguridad. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO

Los vecinos no caminan tranquilos pasadas las 17:00 o 18:00. En la Michelena, sector ubicado en el sur de Quito, la delincuencia sigue teniendo fuerza principalmente en las noches. Asaltos, robos a vehículos y expendió de droga... son algunos de los hechos que reclaman los moradores y las personas que tienen negocios comerciales en el lugar. La Policía Nacional ha empezado operativos de control.

El pasado fin de semana, seis centros de diversión, entre bares y discotecas; fueron clausurados. La acción la coordinó el Ministerio del Interior e indicó que una persona que aparentemente se dedicaba a robar piezas de vehículos en los exteriores de esos locales resultó detenida.

Según el parte de ese operativo, en los centros que fueron intervenidos había menores de edad y adultos sin documentos de identificación. Además, los sitios no contaban con las medidas de seguridad adecuadas para atender al público y los permisos de funcionamiento estaban caducados.

Rosa Calvache, moradora del sector, caminaba la tarde de este martes 16 de febrero del 2016 por el redondel de la Atahualpa. Ella felicitó la labor de la Policía en la clausura de los lugares. Además señaló que "en las noches, la presencia de bares son aprovechados por los ladrones en los exteriores". Su esposo suele llegar a altas horas de la noche de su trabajo y en más de una ocasión ha sido víctima de asaltos. En una ocasión perdió un celular y USD 100.

Marcos Rosales trabaja los fines de semana como guardia de seguridad en uno de los bares de la zona. Indica que su labor es al interior del centro de diversión. Por lo que los dueños y administradores "no pueden hacerse responsable por lo que ocurre afuera".

Ana, quien prefiere no revelar su identidad, es dueña de una tienda de víveres que se ubica cerca del redondel. Ella no tiene problema con el funcionamiento de bares y discotecas en su barrio. Pero, recomienda que los dueños brinden servicio de seguridad en los exteriores del lugar. "Si van a trabajar que lo hagan bien", expresa.

Calvache es más radical en su comentario. Ella pide el cierre de los bares y discotecas. "Esta parte de la ciudad ha sido residencial desde siempre", dice. Añade que los agentes de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del sector deben intervenir más para erradicar o reducir la delincuencia.

El equipo policial de esta dependencia realiza operativos diarios de control. Y, también participa en dispositivos sorpresa en entidades nocturnas como lo ocurrido el anterior fin de semana.
Los moradores coinciden en que la noche es el escenario en el que los ladrones salen a escena. "En la tarde y en la tarde esto es tranquilo", dice Rosales, quien de lunes a viernes trabaja como taxista.

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