Agentes de tránsito y militares controlaron ayer, lunes 31 de agosto del 2020, licencias, salvoconductos y uso de mascarillas en La Marín (centro). Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
La propietaria del local Las Espumillas de La Michelena, ubicado en las calles Mejía y Guayaquil, del Centro Histórico de Quito, no piensa reabrirlo luego de que fuera saqueado la noche del 5 de abril.
Los delincuentes se robaron equipos de cocina y alimentos. El monto del atraco fue de USD 27 000. “No se puede hacer una inversión y recuperar nuestro negocio, que tiene 50 años de tradición”, dice Magdalena Moya. “El casco colonial no es un sitio en donde se pueda trabajar. Hay demasiada inseguridad y escasez de turistas a causa de la pandemia”.
Comerciantes y vecinos sienten preocupación por la inseguridad que se vive en la parroquia Centro Histórico y en otras como San Juan, Itchimbía, El Panecillo, La Libertad, El Placer, Monjas Collacoto y Puengasí.
Según la Policía, 173 delitos se reportaron solo en el Centro desde el 1 de enero hasta el 24 de agosto, 21% menos que en el mismo período del año pasado (219). Otras parroquias con alto índice delictivo son San Juan con 175 denuncias; Itchimbía, 156 y El Panecillo, 86.
Ante el auge delictivo, desde ayer se ejecuta el Plan de Acción Emergente con operativos simultáneos. El fin es reforzar los controles de contrabando, armas, uso del espacio público y movilidad.
Desde las 07:00, camionetas con militares y agentes metropolitanos recorrieron las zonas críticas. Los acompañaron patrulleros y motorizados de la Policía. En La Marín, los uniformados pararon a los vehículos para revisar la documentación a los conductores. También realizaron cacheos a varios transeúntes que caminaban en actitud sospechosa.
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Los vecinos creen que también se deben controlar las ventas informales. Narcisa Mera, dirigente del barrio San Diego, indica que los asaltantes se camuflan entre los ambulantes para atacar y la Policía debe identificarlos.
El comerciante Ángel Caiza asegura que la calle Chile es uno de los puntos en donde se producen aglomeraciones y eso genera inseguridad.
César Díaz, secretario de Seguridad del Municipio, indica que en los operativos intervienen 400 efectivos de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, de las Agencias Metropolitanas de Tránsito (AMT) y Control (AMC), así como del cuerpo de agentes metropolitanos.
Para ejecutar el plan, el Centro Histórico fue dividido en cuatro cuadrantes, que van desde la avenida 24 de Mayo hasta la Mariscal Sucre, Velasco Ibarra, Pichincha, 12 de Octubre y Queseras del Medio, Gran Colombia y una parte de la 10 de Agosto.
De forma simultánea, durante los operativos los uniformados piden a los transeúntes que respeten los distanciamientos y usen mascarilla. El fin es evitar la expansión del covid-19, ya que el Centro Histórico es una de las parroquias urbanas más afectadas por esa enfermedad. Hasta ayer se registraron 865 contagios.
Según la Secretaría de Seguridad, hasta las 17:00 de ayer se reportaron 62 aglomeraciones, un escándalo público, 37 retiros de libadores. Se sancionó a 7 personas por mal uso de salvoconductos y hubo 19 notificaciones por no usar mascarilla. Asimismo, se desalojaron 215 ventas ambulantes.
Díaz explicó que los operativos de control que se ejecutan desde el 17 de julio continúan en Chillogallo, Guamaní, Belisario Quevedo, La Magdalena, Cotocollao y Calderón.