La excavación del túnel se iniciará desde la estación de El Labrador, en el norte. Foto: María isabel valarezo / EL COMERCIO.
Las puertas para negociar la diferencia de costos del Metro siguen abiertas. El tiempo de vigencia de la oferta más económica presentada por el consorcio Odebrecht-Acciona fue ampliado. La validez de esta propuesta vencía el 30 de mayo del 2015, pero fue extendida hasta el 30 de julio.
Según la Empresa Metro de Quito, esto permite que esta entidad y Odebrecht-Acciona continúen, esta semana, con los diálogos para reducir el costo total del proyecto.
Entre el monto planteado, en la administración municipal anterior, y la oferta presentada por este consorcio, en julio del 2014, hay una brecha de alrededor de USD 500 millones.
El precio total del Metro pasó de USD 1 500 millones a 2 000 millones. De esta última cifra, sin tomar en cuenta los resultados de la negociación ni el material rodante (trenes), 1 745 millones serían para construir un túnel de 22 km y 13 paradas.
Para arrancar con las obras, la Empresa Metro de Quito informó que se deberá entregar a Odebrecht-Acciona un anticipo equivalente al 17% del valor mencionado. Serían alrededor de USD 297 millones, o sea 3,2 veces la inversión realizada en la construcción de las estaciones de La Magdalena y El Labrador (91 millones).
La entrega de este monto se hará una vez que el oferente otorgue una garantía sobre el buen uso de este dinero. El resto de desembolsos de los organismos que financiarán este proyecto se ejecutarán en función del avance de las obras, explicó Sergio Garnica, concejal y jefe del bloque SUMA-Vive.
Se debe elaborar un cronograma en el que ya deberá constar el monto y fuente de financiamiento del préstamo adicional que requiere el Cabildo para construir el Metro. También se incluirán los aportes que harán las entidades con las que se adquirió este compromiso antes. En el esquema actual, hay ocho fuentes de préstamos: tres asumirá el Gobierno Nacional y cinco el Municipio.
Los créditos para construir el Metro de Quito
La aspiración del Municipio es que la construcción del Metro comience este o el próximo mes. En función de la fecha de inicio, en un caso extremo, el pago de los préstamos empezarían a mediados del 2018 y se extenderían hasta el 2045.
Roque Sevilla, exalcalde de Quito, mencionó que las condiciones para empezar los pagos deben ser revisados. “No tiene sentido cancelar un crédito antes de que termine la obra. La construcción del Metro durará cerca de cuatro años”.
Buena parte de los recursos municipales irán al pago de la deuda, sostuvo Garnica. “La ejecución de los nuevos proyectos de esta administración y las siguientes se verá afectada. Se tendrá que buscar otros mecanismos para gestionarlos”.
Para Carlos Páez, quien fuera secretario de Movilidad en la administración anterior, actual concejal de Alianza País, los créditos para el Metro están dentro de las capacidades financieras del Municipio. Los montos se establecieron en función de las posibilidades de endeudamiento y de pago. Páez afirmó que esta y las próximas alcaldías no estarán “maniatados para impulsar sus obras”.
Páez agregó que la inversión que se hará en este proyecto es justificada, porque se solucionarán los problemas de movilidad y, en el futuro, se organizará el crecimiento de la urbe.
Cuando el Metro inicie sus operaciones, entre Quitumbe y El Labrador, se movilizarán alrededor de 400 000 pasajeros. Esta cifra equivale al 13,7% del total de viajes que se hace a diario en el Distrito, en transporte público masivo, según la encuesta de Movilidad.
Mario Villagómez, director del Observatorio de Movilidad, consideró que el Metro no es rentable en el ámbito financiero ni social. “Está previsto que para cubrir los costos de operación se incremente la tarifa cada tres años”, sostuvo.
El trazado tampoco convence al excalcalde Sevilla. En este no se incluye a La Marín, donde confluyen los viajeros del sur, norte y valles.