Iniciativas por el aire

La calidad del aire es otro frente. En Río de Janiero, gracias al fin de obras de transporte como las de las líneas Roja y Amarilla y algunos cambios hechos por la industria automotriz, la polución atmosférica bajó. Por lo menos eso muestran las mediciones del Instituto Provincial del Ambiente (Inea). La jefe del Servicio de Estudios de la Calidad del Aire de la entidad, Izabel Carvalho, dice que hace 15 años, un 80% de las mediciones indicaba violaciones del límite máximo de monóxido de carbono en varias zonas. En la actualidad, los registros están por debajo del índice máximo tolerado. Pero el desafío es grande en lo que respecta al ozono. En el  2009, las tasas de ozono estaban altas en Jacarepaguá. La Bajada Fluminense, cuyos índices influencian el área urbana de Río de Janeiro  es monitoreada. Hubo récord en Jardín Primavera, en Duque de Caxias, con 14 violaciones, siendo la más alta de 330 microgramas por m³, más del doble de lo tolerado. Pero varios esfuerzos se realizan. El Polo Petroquímico  intenta reducir el uso de compuestos orgánicos volátiles. La Fetranspor (la federación de autobús del Estado de Río) prueba vehículos con un 20% de biodiésel. En un valle al lado de la Cordillera de los Andes, Santiago intenta lidiar con los efectos de una fuerte polución atmosférica, desarrollando un plan de crecimiento económico sustentable. Bogotá bajó  el nivel de polución. El resultado se debe principalmente a la limitación del uso del azufre en el diésel. Hay, sin embargo, mucho que hacer. En Caracas, por ejemplo, un 20% de los casos de infección respiratoria es atribuido a la polución. En Río de Janeiro, la contaminación de ríos y lagunas es preocupante. En el canal del Arroio Fondo en la avenida Ayrton Senna,  la basura flota. Hay desde botellas hasta animales muertos. El saneamiento es el mayor problema ambiental de la ciudad, según los estudios de la organización no gubernamental Como Vamos.La situación de las favelas es negociada entre la Cedae y la Secretaría Municipal de Habitación. Pese a los  avances, como la construcción de la Estación de Tratamiento de Alcantarillado de Alegría y la eliminación de las conexiones clandestinas que posibilitó la descontaminación, la cantidad de alcantarillado  que desemboca en la Bahía de Guanabara  es inmensa, dice Rosiska Darcy de Oliveira, presidente de esa ONG. Para la directora regional de América Latina del Iclei (sigla en inglés del Consejo Internacional de Iniciativas Ambientales Locales), Laura Valiente, falta fiscalización y planificación en las políticas públicas en América Latina.“Nuestras instituciones son débiles y la informalidad es grande. Eso causa problemas que impactan la calidad de vida: casas en áreas de riesgo, transporte ineficiente... De las ciudades que conozco, Río  de Janeiro tiene la situación más grave de informalidad”, asegura Valiente.

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