Un informe ratifica el riesgo en Alluriquín

En la parroquia Alluriquín se realizan trabajos para reconstruir el sistema de alcantarillado pluvial y sanitario. Foto: María Victoria Espinosa / EL COMERCIO

En la parroquia Alluriquín se realizan trabajos para reconstruir el sistema de alcantarillado pluvial y sanitario. Foto: María Victoria Espinosa / EL COMERCIO

En la parroquia Alluriquín se realizan trabajos para reconstruir el sistema de alcantarillado pluvial y sanitario. Foto: María Victoria Espinosa / EL COMERCIO

Hoy se cumple el primer mes del desbordamiento e inundación de los ríos Damas y Toachi, en Alluriquín.

Según los moradores, la primera semana las autoridades locales y provinciales estuvieron pendientes de las obras de mitigación que podrían hacerse para evitar nuevas afectaciones como las del 26 de abril. Entonces 300 personas resultaron damnificadas y 11 casas se destruyeron.

Por eso, desde el martes iniciaron con plantones para que las autoridades los escuchen. Ayer fueron atendidos en el Salón de la Ciudad por el alcalde Víctor Manuel Quirola.

Según el Burgomaestre, recién ayer tuvieron el informe técnico (SGR-SGGR-2016-0126-0) de la Secretaría de Gestión de Riesgos. En ese documento se explican los daños hidrológicos y geológicos en la parroquia.

Además, se hacen recomendaciones. En la página 27 consta “prohibir instalar infraestructuras a lo largo del río Damas, puesto que existe riesgos para las personas y bienes”.

Pero los moradores señalan que el afluente atraviesa la zona poblada donde funcionan los negocios de venta de melcochas y por eso se oponen. “Estamos de acuerdo con que se reubiquen las 11 casas que desaparecieron. Los demás debemos empezar a reconstruir”, señaló María Llanos.

Además, el presidente de la Junta Parroquial de Alluriquín, William Arteaga, asegura que desde el 2015, cuando se declararon 185 kilómetros cuadrados en emergencia, se habla de una reubicación pero no se les han mostrado planos ni un proyecto que se les diga donde vivirán. “No toda la parroquia está en riesgo. Por eso nos parece ilógico que nos reubiquen en Santo Domingo donde no hay fuentes de trabajo para nosotros que vivimos de la venta de productos en la vía y de la ganadería”.

Quirola aseguró que se tiene un proyecto habitacional en el que se deben expropiar terrenos y que ya se reubicaron en Santo Domingo a 20 familias de Alluriquín, que se afectaron en el 2015 con las lluvias de la etapa invernal.

Pero no todas las familias ocupan estas casas. Siete retornaron a la parroquia porque no encontraron trabajo. “No es que no queramos salir, sino que pedimos garantías de que estaremos en un sitio digno y en nuestra parroquia porque si nos vamos se resquebraja el territorio”.

Los moradores aprovecharon la reunión para pedir obras de mitigación como estabilización de taludes, dragado del río y muros de protección.

Quirola aseguró que se analizarán las propuestas de los moradores, pero que se obedecerá al informe de Gestión de Riesgos que concluye en que el sector afectado por el río Damas presenta una amenaza alta y por eso se debe considerar como una zona de riesgo.

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