Gasto militar mundial sube por primera vez desde 2011, un 1% respecto al 2014

El gasto militar mundial se incrementó un 1% en términos reales en 2015, hasta los 1,676 billones de dólares (1,47 billones de euros), lo que supone el primer aumento desde 2011, según un informe difundido hoy, 5 de abril, por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).

Estados Unidos continuó siendo en 2015 con diferencia el mayor inversor, a pesar de haber reducido el gasto en un 2,4%, hasta los 596 000 millones de dólares (522 728 millones de euros).

En segundo lugar se sitúa China, cuyo gasto se incrementó en un 7,4%, hasta los 215 000 millones de dólares (188 568 millones de euros), seguido de Arabia Saudí, que con 87 200 millones de dólares (76 480 millones de euros) aumentó su gasto militar un 5,7%.

Rusia, en cuarto lugar, elevó su gasto militar un 7,5%, hasta los
66 400 millones de dólares (58 237 millones de euros). Cierran la lista de los quince mayores inversores Reino Unido, India, Francia, Japón, Alemania, Corea del Sur, Brasil, Italia, Australia, Emiratos Árabes Unidos e Israel.

El gasto militar aumentó en Asia y Oceanía un 5,4% en 2015, impulsado por las crecientes tensiones entre China y algunos de los países de la región, mientras que el estudio refleja una subida también en Europa Central y Oriental -principalmente por la crisis en Ucrania-, así como en algunos estados de Oriente Medio.

En tanto, la situación tiende a equilibrarse en Occidente tras la reducción del gasto militar registrada en los últimos años, señala el informe de esta institución internacional dedicada a la investigación de conflictos, armamento, control de armas y desarme, creada en 1966 y con sede en Estocolmo.

Mientras, las inversiones se contrajeron en África en 2015 un 5,3% tras once años de aumento creciente, principalmente debido a la reducción del gasto militar en Angola, el mayor inversor en la región subsahariana.

También en América Latina y el Caribe descendió el gasto militar, en un 2,9%, principalmente por los recortes de Venezuela y Brasil ante la caída de los precios del petróleo y la crisis económica, respectivamente.

Sin embargo, esos gastos continuaron aumentando en América Central debido a la creciente militarización como consecuencia de la guerra contra el narcotráfico.

Según Sam Perlo-Freeman, uno de los responsables del informe, "el gasto militar en 2015 presenta tendencias contrarias".

"Por un lado, la evolución en los gastos refleja el aumento de los conflictos y tensiones en muchas partes del mundo; por el otro, muestra una clara ruptura con el aumento del gasto militar en la última década, impulsado por los precios del petróleo", explica.
Esta "situación económica y política volátil ofrece una imagen incierta respecto a los años venideros", indica.

Los elevados precios del petróleo y el descubrimiento y la explotación de nuevos yacimientos contribuyeron en muchos países a un incremento del gasto militar en la última década.

No obstante, el derrumbe de los precios en 2014 revirtió esta tendencia en muchos países altamente dependientes de los ingresos por la venta de crudo, con un recorte del gasto militar que se estima continuará también el año que viene.

Los casos más claros son los de Venezuela y Angola, que recortan su gasto militar en un 64% y un 42% respectivamente, aunque esta tendencia se registró también en Ecuador, Bahrein, Brunei, Chad, Kazajistán, Omán y Sudan del Sur, entre otros.

A pesar de la caída de los precios, otros países exportadores de crudo continuaron aumentando su gasto militar en 2015, entre ellos Argelia, Azerbaiyán, Rusia, Arabia Saudí y Vietnam, involucrados en conflictos militares o que se encuentran en un contexto de creciente tensión a nivel regional.

Por otra parte, el informe refleja cómo el gasto militar en Estados Unidos y los países de Europa Occidental y Central ha ido disminuyendo desde 2009, principalmente por la crisis económica global y la retirada de la mayoría de tropas estadounidenses y aliadas de Afganistán e Iraq.

No obstante, en 2015 se registraron indicios que apuntan a un fin de esta tendencia.

Así, aunque el gasto en EE.UU. se redujo un 2,4%, la contracción fue menor que la de años anteriores, mientras que en Europa Occidental y Central el recorte fue de sólo un 0,2%.

En Europa Central el gasto militar aumentó un 13%, especialmente por el comportamiento de los países bálticos -Estonia, Letonia y Lituania- y de Polonia, Rumanía y Eslovaquia, fronterizos con las enfrentadas Rusia y Ucrania.

En tanto, el gasto en Europa Occidental cayó un 1,3%, el menor descenso desde la tendencia a la baja que arrancó en 2010.

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