Ayer, agentes de la Policía Metropolitana de Guayaquil realizaron operativos de ventas informales, en la Bahía. Foto: Cortesía Municipio de Guayaquil
La avenida Casuarina, una de las principales vías del noroeste, es un termómetro de lo que ocurre con el cambio de semáforo en las zonas populares de Guayaquil. Las veredas de la conocida ‘Entrada de la 8’ han sido copadas por puestos ambulantes y los buses de transporte urbano circulan repletos, hasta con pasajeros de pie.
En esas aceras abarrotadas también es notorio el irrespeto a las medidas de bioseguridad en medio de la emergencia por covid-19. Algunos vendedores y transeúntes no utilizan correctamente la mascarilla. Tampoco se cumple el distanciamiento social adecuado.
Esta extensa zona es parte de la parroquia Tarqui, que concentra el 39% de la población total del cantón. Los muestreos de coronavirus levantados por el Cabildo reflejan su alta vulnerabilidad. Mientras el promedio de contagio en Guayaquil es del 32%, en sectores del noroeste como Monte Sinaí y Nueva Prosperina el porcentaje se duplica.
“Hay mucha informalidad. Hemos visto que hay una necesidad enorme de las personas que se han quedado sin trabajo y salen a vender para llevar el sustento a sus hogares, pero estamos intensificando los operativos”, aseguró ayer el vicealcalde Josué Sánchez.
El comercio informal se ha intensificado con el cambio de rojo a amarillo y por el desempleo ligado a la crisis por el covid-19. A la usual oferta de alimentos, bebidas, ropa y otros artículos, se ha sumado con la pandemia el expendio de mascarillas, guantes, gafas protectoras, hasta vitaminas al paso.
En la Casuarina también es mayor la demanda de transportación pública.
Fernando Amador, director de Transporte de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), explicó que en el noroeste de la ciudad circulan 350 buses, casi 40% de las unidades que son parte de las ‘rutas para la reactivación’.
“Las rutas funcionan bastante bien, pero hay un grupo importante de usuarios, en su mayoría comerciantes informales, que sale del noroeste. Es una zona densamente poblada, donde hay una sola vía principal para el paso de buses urbanos”, señaló. A esto, Amador suma la desesperación de los pasajeros por llegar a tiempo a sus sitios de trabajo. Así que tratan de inyectar más unidades para cumplir con la disposición de solo sentados.
Antes de la pandemia, Guayaquil tenía 2 700 buses en sus calles. Ahora no son más de 1 000 en las horas pico, según los horarios laborales determinados de forma escalonada (ingresos de 07:00 a 10:00 y salidas de 15:00 a 19:00).
El ajetreo de la avenida Casuarina es similar al de otros sectores populares, como los alrededores del mercado Central. El tumulto de vendedores incluso impide percibir la señalética de distanciamiento marcada en las aceras circundantes. Esa escena se repite en la Bahía, donde ayer aumentaron los controles.
Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia del Cabildo, informó que desde el miércoles han sido clausurados 40 locales, entre ellos bodegas que abastecían al comercio informal. “Sabemos cómo es Guayaquil. La gente que vive del día a día ha estado dos meses en cuarentena y ahora busca su subsistencia. Por eso aumentó la informalidad”, dice.
500 agentes municipales realizan operativos en las zonas más conflictivas. Entre las principales están los exteriores de los mercados, la ‘Entrada de la 8’, la Bahía y el ‘mall del piso’, un espacio de cachinerías del Suburbio. El Municipio informó ayer que, durante “las acciones disuasivas”, agentes fueron agredidos por “la rebeldía de algunos vendedores informales”, en la Bahía.
El vicealcalde Sánchez pidió también reflexionar en la corresponsabilidad ciudadana. “No existiría oferta si no hubiese demanda. No es posible que encontremos a personas vendiendo carne en palito, sin mascarilla, y una persona enfrente comprándola”, dijo.
En estos puntos de aglomeración, principalmente la Bahía, epicentro del comercio en Guayaquil, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, analiza la instalación de puntos de triaje de covid-19, “para medir el estado de inmunidad de la población”.
Según el Ministerio de Salud Pública (MSP), el cantón tiene 9 395 casos confirmados, el 70% del total reportado en Guayas. La Alcaldía, por su parte, informó que suma 39 589 atenciones en su plan de salud para la detección del virus.
Para mantener el monitoreo de nuevos casos, procedencia de pacientes y camas disponibles en hospitales y clínicas, desde el próximo martes se instalará el Puesto de Mando Unificado. Este operará las 24 horas en el sistema ECU-911, donde se articularán entidades del MSP, IESS y Municipio.
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