El trabajo no remunerado representó el 15,41% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2010. Esta información la hizo pública este miércoles 29 de octubre José Rosero, director del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), durante la presentación de la cuenta satélite del trabajo no remunerado de los hogares ecuatorianos, entre el 2007 y el 2010.
Esta cuenta valora el tiempo de las actividades domésticas, el apoyo a la comunidad, los voluntariados, etc., realizadas por integrantes de los hogares, que no reciben remuneración. La cuenta está por fuera de las llamadas cuentas nacionales.
A través de la medición que hizo el INEC se logró establecer la participación de estas actividades en el PIB. Para conseguir este dato se hizo un cálculo en base al tiempo que toman las actividades no remuneradas por la remuneración promedio que se percibiría por hacer esas actividades.
El INEC determinó que la población del país que desarrolla trabajo no remunerado utiliza 11 000 millones de horas al año para realizarlo, y las mujeres son las que más actividades hacen. La investigación, además, le permitió a la entidad conocer que si las familias del país hubieran contratado servicios domésticos y de cuidados, por ejemplo, en el año 2010, les hubiera costado unos USD 10 700 millones.
Este valor, según la entidad, representó el 15,41% del PIB de ese año. De ese porcentaje, el 12,01% contribuyeron las mujeres y el 3,40% los hombres.
Dentro del trabajo no remunerado en los hogares privados, las actividades culinarias (cocción de alimentos, lavado de trastes, etc) son las más representativas. A este le sigue el mantenimiento del hogar, el cuidado de ropa, etc.
Según el informe elaborado por el INEC, en el 2007 el trabajo no remunerado representaba el 10,92% del PIB, pero hasta el 2010 alcanzó un crecimiento de cinco puntos porcentuales, llegando al 15,4%.
Este porcentaje representa la participación más alta en el PIB si se compara con otras industrias. Al trabajo no remunerado le sigue el comercio, la construcción, la extracción del petróleo, la administración pública, las actividades profesionales, etc.
José Rosero indicó que esta investigación permite visibilizar el aporte del trabajo no remunerado, principalmente del doméstico, en la economía nacional. “Históricamente este trabajo ha sido invisibilizado”, indicó.
En términos de política pública, entidades como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social o el Ministerio de Relaciones Laborales, podrán tomar estos datos como una base para su accionar.
El funcionario indicó, además, que no se puede arrojar un dato sobre el sueldo que correspondería por realizar estas actividades por la metodología que se aplicó.