El gremio industrial más importante de Guayaquil celebró 79 años de creación la noche de este 23 de noviembre del 2015 en el Hotel Hilton Coló de Guayaquil.
Además de las premiaciones a los socios más antiguos y el brindis, durante el aniversario de la Cámara de Industrias de Guayaquil hubo un pedido que se reiteró en los discursos pronunciados en el evento: que cese el discurso hostil desde el Gobierno hacia el sector empresarial.
Caterina Costa, presidenta alterna de la Cámara, que fue la encargada de entregar la condecoración como Mejor Industrial 2015 a Werner Moeller Freile por su labor en la industria del papel y cartón, reseñó las circunstancias difíciles en las que este empresario huyó de Alemania en su infancia durante la posguerra.
Luego de recibir la condecoración, Moeller se dirigió al público para agradecer, pero también para mostrar su preocupación por la por la “estigmatización hacia los empresarios y el intento de condenar a las empresas familiares”.
“Dicen que los empresarios somos nacidos en cuna de oro y que por eso somos insensibles a la pobreza, no es así”, dijo y se reconoció conmovido al escuchar la reseña de Costa sobre su infancia.
Moeller, que fue presidente del Consejo Empresarial para América Latina y Embajador de Ecuador en Alemania, señalo que en esta época, como en otras, los empresarios luchan para que las empresas sobrevivan y para mantener los puestos de trabajo.
“Para los empresarios la lucha no es solo por nuestros intereses, también es por los de los demás”, agregó.
Francisco Alarcón, presidente de la Cámara de Industrias, mencionó que cada vez se acentúa más la lucha de clases en el país y que la descalificación hacia el sector empresarial afecta el clima de negocios del país reduciendo la inversión y pidió no confundir discrepancia con antagonismo.
“Por opinar nos llaman actores políticos como si la creación de empleo no se viera disminuida por el constante cambio de reglas y el discurso de lucha de clases o por la falta de independencia de poderes, sobre todo en el poder judicial”, señaló Alarcón.
El dirigente gremial sostuvo que en el difícil momento económico que atraviesa el país, “el mejor programa social es la creación de empleo productivo”.
“Ustedes más que nadie saben que cuando se abre una vacante de empleo en sus empresas las aplicaciones se desbordan. Un ejemplo es lo que pasó cuando en Quito y Guayaquil las instituciones responsables del tránsito en las dos ciudades tenían vacantes para unas 500 personas, pero cada entidad recibió más de 15 000 solicitudes”, contó.
Flexibilidad laboral, estabilidad normativa y menos impuestos fueron otros pedidos que se fueron añadiendo en el discurso. El empresario también aprovechó para rechazar medidas como el timbre cambiario y los Proyectos de ley de Herencias y Plusvalía.
Los 450 socios de la Cámara de Industrias tuvieron en el 2014 USD 14 200 millones en ventas, esto es, un 12% de las ventas a nivel nacional de la industria; generaron 80 000 empleos directos, lo que corresponde al 22% nacional del empleo en la industria manufacturera y registraron unos USD 1 100 millones en Impuesto a la Renta, esto es el 25% de lo recaudado a nivel nacional.
Al evento asistieron el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot; Monseñor Antonio Arregui, que recibió una placa de agradecimiento por sus 13 años como arzobispo de Guayaquil y Francisco Rumbea, Viceministro de Industrias.
El premio a la Empresa en Permanente Crecimiento fue para Aje Ecuador, además, la Cámara presentó su carta de adhesión a los 10 principios del Pacto Mundial para Organizaciones de Actividad Empresarial de las Naciones Unidas.