La producción de la planta de Continental Tire Andina cubre el 45% de la demanda nacional en las líneas de auto y camioneta. Es líder en la de camión. Foto: Xavier Caivinagua / EL COMERCIO
La industria cuencana pasa por uno de sus mejores momentos. El crecimiento de las ventas, generación de empleo, mejoramiento de la producción y apertura de mercados está entre las razones principales.
De acuerdo con un estudio de la Cámara de Industrias de Cuenca, sus empresas afiliadas vendieron USD 1 110 millones el año pasado en el Ecuador. Ese monto representó un 9,30% más que en el 2012.
Según el vicepresidente técnico de ese gremio, Andrés Robalino, sin bien la cerámica, línea blanca y neumáticos son los principales pilares de la economía azuaya, todas las actividades y empresas tuvieron un crecimiento parejo.
Él aseguró que el incremento de las ventas de las firmas cuencanas es superior al crecimiento del PIB industrial de todo el país, que bordeó el 6%. “Esa condición se debe al desarrollo industrial de la ciudad, que no se centra en un solo sector”.
La urbe, que hoy (3 de Noviembre) cumple 194 años de Independencia, es líder en cerámica, línea blanca, neumáticos, paja toquilla, muebles, plásticos… Otra causa, dice Robalino, es el trabajo sostenido de 10 ó 12 años con apertura de mercados, inversión, mejoramiento de calidad, producción y productividad.
El gerente de cerámicas Rialto, Boris Burbano, coincide con ese criterio. Para él, el cambio e inversión tecnológica en su sector en los últimos 10 años es más notorio que lo ocurrido en los 30 anteriores. “Se tiene tecnología de punta al igual que cualquier productor europeo, asiático o sudamericano”.
La idea, dice, fue producir con calidad y ser eficiente para cumplir normas del país y del exterior. En la última década, Rialto subió la producción de 150 000 m2 a 450 000 m2 al mes y está por arrancar una ampliación de la planta para llegar a 750 000. También están apostando por el porcelanato.
Continental Tire Andina, que funciona en el parque industrial de la capital azuaya, ha invertido este año USD 8,5 millones en el mejoramiento de su tecnología de producción.
El empleo también aumentó en las 85 empresas afiliadas a la Cámara de Industrias. Generaron 9 859 fuentes de trabajo directo y 5 200 indirectos, que representan un alza del 15% con relación al 2009.
Según Robalino, la creación de empleo se debió a la estabilidad económica del país por el precio del petróleo, que generó un mayor consumo de productos nacionales e importados. Por ello, hubo la necesidad de producir más y contratar más personas.
Pero no solo se quedó en la creación de empleo. Los ingresos de quienes laboran en el sector industrial cuencano son buenos, dice Robalino.
Según el presidente de la Asociación de Empresas del Parque Industrial, Miguel Calle, el personal técnico como mecánicos, soldadores, electricistas y electrónicos… emigraron y se subieron los sueldos para reemplazarlos. “También hay ejecutivos nacionales y extranjeros que por su conocimiento y experiencia, llegaron a colaborar con el desarrollo organizacional, en las áreas técnicas y de investigación”.
Philipp von Hirschheydt, presidente ejecutivo de Continental Tire Andina, dijo que en la zona es posible contratar profesionales calificados en las áreas de ingeniería y administración y hay buenos técnicos y trabajadores de planta.
“Tenemos un convenio de asistencia técnica con Continental AG de Alemania, por lo que algunos de nuestros trabajadores cuencanos y ecuatorianos laboran en otras plantas de Continental en Brasil, Europa, África, Estados Unidos…”.
De acuerdo con el estudio de la Cámara de Industrias, el PIB per cápita industrial cuencano es de USD 9 692 al año y en el resto del país bordea los USD 7 500. Entre las variables para lograr este resultado, dijo Robalino, está el tamaño de su población, mejores sueldos y empleados con una mayor capacitación que se traduce en más productividad.
En exportaciones también hubo un buen resultado. Desde la capital azuaya se exportaron USD 190 millones el año pasado, con un crecimiento del 11,10% con relación al 2012.
Las razones principales son la apertura de nuevos mercados como el centroamericano. Robalino estima que los productos de la ciudad llegan a más de 40 países.
Diego Malo, gerente de Fibroacero, firma que comercializa cocinas y cocinetas en 14 países de Sudamérica y Centroamérica, dijo que el descenso de las ventas en el Ecuador debido a la transición entre las cocinas a gas por las de inducción se compensó en algo con las exportaciones. Sus ventas al extranjero aumentaron un 15% con relación al 2013.