En la división cilindros de Fibroacero se aplican normas de bioseguridad para sus empleados, en el Parque Industrial. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO.
Desde este jueves 14 de mayo del 2020, 130 empresas afiliadas a la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca pueden reactivar la operación de sus fábricas.
El Comité de Operaciones de Emergencia nacional (COE) aprobó el martes 12 de mayo el protocolo de bioseguridad presentado por este gremio, que también firmó ese mismo día un acuerdo con el Municipio, para hacer pruebas rápidas de covid-19 a los empleados.
Ambos procesos llevan a la autorización para reanudar las actividades, dijo Andrés Robalino, director ejecutivo de esta Cámara. Son compañías que se dedican a la elaboración de productos de cerámica, cartones, línea blanca, textiles, servicios, materias primas y bienes intermedios y finales.
De esta forma finaliza un proceso de paralización que generó pérdidas por USD 8,3 millones diarios para el sector productivo cuencano, agregó Robalino. Es decir, son cerca de USD 500 millones por los 60 días se suspensión debido al confinamiento para frenar el avance del coronavirus.
La mañana del miércoles 13 de mayo, el Director de la Cámara solicitó a los afiliados que informaran qué empresas están en capacidad de retomar el jueves la producción. Hasta el cierre de esta edición, no se conoció esa información. Sin embargo, Colineal lo hará desde el próximo lunes, una vez que estén aplicados y comprobados los protocolos de bioseguridad, señaló el presidente de esta compañía, Roberto Maldonado. Esta mueblería operará inicialmente con 100 colaboradores, porque su capacidad productiva no llegará a su totalidad, debido a que aún tienen muebles en inventario para satisfacer la actual demanda.
Estos 100 empleados, agregó Maldonado, se dedicarán a terminar trabajos pendientes y a fabricar algunos modelos que no tienen y son comercializados a través de Internet.
Maldonado añadió que, de forma paralela, también planifican los protocolos de seguridad que aplicarán para reabrir sus megatiendas.
Según Robalino, la reanudación de las operaciones solo se hará con el 50% de la nómina de las empresas porque Cuenca está en semáforo rojo; cuando se cambie a amarillo se podrá aumentar el número de colaboradores en las fábricas. Estas 130 empresas dan trabajo a 21 000 personas.
Señaló que este primer objetivo de los industriales cuencanos busca la sobrevivencia de las compañías, porque son conscientes de que la demanda está restringida. “Es muy difícil que las empresas ganen en esta situación, lo que buscamos es que no estén paradas, porque eso representa un paso previo a la quiebra”.
Además, esperan que la Cámara de Comercio logre la aprobación de un protocolo para sus afiliados y que estos puedan abrir sus locales, porque la comercialización es fundamental para mejorar la situación económica de las empresas y, por ende, del empleo.
Para la reanudación de la producción, el gerente de Fibroacero y presidente de los Industriales cuencanos, Diego Malo, aseguró que las empresas deben cumplir con todas las normas de bioseguridad. Entre otras, destacó la toma de temperatura a sus empleados tanto al ingreso como a la salida, desinfección, distanciamiento de 2 metros, no efectuar reuniones con más de 10 personas, cambios de turnos, desinfección de las herramientas y maquinarias y otros aspectos.
Adicionalmente, la Cámara de Industrias cuencana apoya al fideicomiso Por Cuenca, que tiene el proyecto Pruebas de Vida. Su objetivo es recaudar fondos para realizar una campaña masiva de pruebas de covid-19 en Azuay.
Según Robalino, se prevé que entre 6 000 y 10 000 trabajadores que laboren en las plantas accedan a las pruebas. “Empresas como Cartopel, Indurama, Graiman y otras ya han comprado las pruebas”.
La apertura gradual de los centros comerciales
Los centros comerciales podrán operar con el 30% de aforo cuando un COE cantonal cambie su semáforo a amarillo. Esa decisión fue informada la tarde del miércoles por la ministra de Gobierno, María Paula Romo.
Ella indicó que -como parte de la reactivación comercial a escala nacional- los comercios tendrán nuevas reglas por la semaforización amarilla. Estos centros aplicarán protocolos de seguridad en el uso de ascensores y patio de comidas.
Romo explicó que, eventualmente, las autoridades cantonales pueden incluir un plan piloto para la reapertura de los centros comerciales antes del cambio de color. Pero, “lo ideal es que no tengamos planes piloto, porque el color amarillo permite más horas de circulación, más actividades. Si vamos abriendo más actividades, pero mantenemos el toque de queda hasta las 14:00, significa que los comercios pueden hacer más cosas en un tiempo más corto”. Romo indicó que 50 cantones han informado que pasarán al amarillo.
En Ibarra, el Municipio elaboró un protocolo para la reactivación comercial. Son requisitos de bioseguridad que deben cumplir los empresarios. En Ambato, en cambio, los sectores comercial, industrial y artesanal trabajan en la elaboración del plan de reactivación.