Redacción Guayaquil
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Las largas filas de personas que esperaban una prueba rápida y los pasillos abarrotados en los hospitales y centros de Salud desaparecieron, desde hace
dos meses, en Guayaquil.
A diferencia de lo ocurrido en mayo, cuando se confirmó el primer contagio de gripe AH1N1 en la ciudad, los registros de casos están descendiendo.
En el área de Emergencias del Hospital de Infectología José Daniel Rodríguez, el ambiente es normal. Ya no se observa la acumulación de pacientes que llegaban con mascarillas y pañuelos en mano. “Se terminó ese pánico. Antes, hasta afuera atendían a la gente en las unidades móviles del Ministerio de Salud”, recuerda Amanda Veloz, quien tiene a un pariente internado.
En los picos más altos de la pandemia, esta casa atendía a un promedio diario de 160 personas que llegaban con síntomas gripales. Hoy, son esporádicos.
Según la Dirección Provincial de Salud, en la curva más alta de la enfermedad se registraron 47 casos, confirmados por el Instituto Nacional de Higiene Leopoldo Izquieta Pérez. Esto fue en la semana 29. Esta semana se reportaron tres casos nuevos.
En cuanto a las áreas de Salud, la que tuvo más demanda fue el área 7 con 60 casos acumulados. En el área 8 se concentraron 54 cuadros confirmados, mientras que en el área 27 hubo 41 cuadros de gripe AH1N1.
En la suma total de casos, Guayas ocupa el segundo puesto con 388 casos. Pichincha sigue en el primer lugar con 678 casos. Y Loja está en tercer puesto con 179. Estos datos se reportaron hasta el 14 de diciembre.
El director provincial de Salud, Eduardo Verdesoto, asegura que dos factores fueron clave para este descenso: los cercos epidemiológicos y, sobre todo, el clima. “La lluvia y las bajas temperaturas favorecen el hacinamiento, lo que facilita la transmisión del virus. Por ahora, el clima no está así en la Costa y eso es una ventaja”.
A esto se suma la campaña de vacunación contra la gripe estacional. 115 000 dosis llegaron a Guayas. Fátima Franco, directora del Programa de
Vacunación, en la provincia, explica que se invirtieron USD 1 800 000.
La idea es abarcar a los grupos más vulnerables, entre ellos los niños de seis a 23 meses y la población mayor a 65 años. El pasado lunes, Blanca Lozano vacunó a su niño Erick. “Es más seguro que esté protegido porque hablan de una futura gripe más contagiosa”.
Franco asegura que esta campaña es un adelanto de lo que será la vacunación contra la influenza AH1N1 que, según explica, comenzará en marzo de 2010.
Frente a los anuncios de una posible mutación del virus, la Subdirección de Salud del Litoral toma medidas. Una es la ampliación de áreas de especiales para tratar a pacientes con cuadros crónicos de influenza. También aumentó el equipamiento destinado a las áreas de cuidados intensivos.