La atención en el Seguro Social se desarrolló con normalidad este 15 de abril. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El proyecto de reforma al Código del Trabajo y a la Ley de Seguridad Social, aprobado ayer en segundo y definitivo debate, genera incertidumbre entre algunos afiliados y jubilados.
Consultados por este Diario, hoy 15 de abril del 2015, varios afiliados que acudieron a la Caja del Seguro en Quito para realizar trámites dijeron estar preocupados por la reforma a la entidad.
Aunque el proyecto contempla varios cambios en materia laboral y a la seguridad social, el artículo que más polémica ha generado es el reemplazo del 40% de aporte estatal para el pago de pensiones por una “garantía” del Estado de que pagara “cuando haga falta” y ya no se menciona el porcentaje.
Mariana Herrera, de 53 años, no está segura de los años que lleva aportando al IESS. Cree que son más de 25 y lo hace para acceder a una jubilación.
“A lo que me jubile no creo que voy a coger una fortuna, pero será algo para sobrevivir, pero ahora no sabemos lo que va a pasar, ahora que ya no se sabe cuanto mismo aportará el Estado”.
El presidente del IESS, Richard Espinosa, dijo que las pensiones se seguirán pagando completas y puntuales.
Pero esa “garantía ” no deja tranquilo a Wellington Toapanta, afiliado desde 1978 al IESS y a quién le faltan dos años para jubilarse.
“Es un contrasentido que se diga que el IESS no es de los afiliados. El IESS vive por los aportes de los afiliados y con la contribución del Estado”.
Considera que es una decisión desacertada del Gobierno de no aportar al Seguro Social pues teme que genere problemas financieros para la entidad. “Están atentando normas constitucionales e internacionales”.
Rechazó que el Gobierno se niegue a pagar la deuda con salud. “Si tanta plata tiene el IESS como dicen, ¿por qué no hay medicinas?”.
Luis Paredes, quién lleva jubilado un año y dos meses, dice que la preocupación es para los futuros pensionistas.
“Mucha gente hemos dado la mitad de nuestra vida trabajando. Yo laboré 45 años. Y hoy no tiene sentido que de un plumazo quiten el aporte estatal”.
Cesar Anoluisa, que espera afiliarse voluntariamente en estos días, en cambio, cree que la afiliación de amas de casa para que accedan a una pensión es un punto positivo de la reforma.
Dijo que el Gobierno ha cumplido con el aporte de pago de pensiones los últimos años y cree que aportará cuando lo necesite la entidad.
Otros afiliados desconocían de la reforma legal.
La afiliada Alba Roa Huertas, de 53 años, le tomó por sorpresa el cambio normativo en proceso. “Si así hay pésima atención en el IESS, cómo será después”, comenta molesta, pues esta mañana llego al hospital del IESS en Quito desde Santo Domingo, pero en la casa de salud le indicaron que habían cambiado el turno. “Tengo que esperar un día más en Quito. No se cómo voy a hacer”.