Las quemas agrícolas son la tercera causa para iniciar incendios. Foto. Armando Prado / EL COMERCIO
El Distrito Metropolitano de Quito afrontó una de las peores temporadas secas en los últimos cinco años. Cuatro problemas se derivaron por el clima: incendios, radiación alta, racionamientos de agua y contaminación atmosférica.
De julio a septiembre se registraron 1 757 incendios. El departamento de Investigación de Bomberos indagó las causas de los 52 más graves. De este número, se supo que el 47% fue causado intencionalmente. Los pirómanos encendieron fuego en sitios de difícil acceso. 15 personas fueron detenidas y son investigadas por, presuntamente, iniciar las llamas.
El 25% de los incendios investigados se dio por quemas de basura. Personas consultadas en parroquias rurales contaron que no tienen otra forma para deshacerse de los residuos.
Según el último censo que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos, en el 2010, son 2 142 personas de la zona urbana de Quito que eliminaban la basura quemándola. Mientras, 10 108 personas que vivían en la zona rural recurrían a esta práctica.
Juan Pablo Muñoz, coordinador de Programación, Diseño y Control de la Empresa de Aseo del Distrito (Emaseo), señaló que la quema de basura no se debe a una supuesta falta de recolección. Él manifestó que hay horarios establecidos para llegar al 98% del Distrito.
El porcentaje restante es de poblaciones no consolidadas o que están en expansión.
De las 33 parroquias que existen en Quito, seis optaron por desconcentrar el servicio. Las juntas parroquiales de Pifo, Yaruquí, El Quinche, Tababela, Gualea y Nanegal reciben una compensación por la recolección de desechos. La Empresa indicó que en marzo terminará un estudio para mejorar la gestión integral de residuos sólidos en las parroquias rurales.
Muñoz sostuvo que hay otras causas por las cuales la gente quema basura. Por ejemplo, recicladores que queman alambres para sacar los metales o indigentes que prenden papeles para calentarse del frío.
La tercera causa para que se den incendios es la quema agrícola. Campesinos incineran la maleza en sus campos. La candela se desplaza con el viento y contamina bosques y matorrales. Según un estudio de la Secretaría de Ambiente, el 20,5% de la cobertura vegetal en el Distrito corresponde a áreas cultivadas y sembríos.
Este verano prolongado generó un aumento de temperatura.
Marcos Coronel, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), informó que septiembre del 2015 registra un promedio máximo, en Iñaquito, de 25,8 grados centígrados, considerado como alto. En otras zonas, como Tababela, se superó los 26 grados. Esto ocasionó resequedad en plantas y problemas de hidratación.
El consumo de agua potable en el Distrito registró, este año, un incremento de 190 litros por segundo en julio, agosto y la primera quincena de septiembre; es decir, 2,43% más con relación al verano del 2014. Esta cifra es superior en el área rural ya que el consumo subió en un 13,7%. La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento tuvo que ejecutar racionamientos en 19 barrios.
En el cielo no hubo nubes durante tres meses. La radiación solar llegó a 15, cifra considerada como muy alta. Los doctores y especialistas recomendaron protegerse con bloqueador y no exponer la piel.
El cuarto problema generado este verano fue la acumulación de ozono en la atmósfera. Durante dos días, este gas superó la norma nacional. Por eso, las autoridades indicaron que la calidad del aire fue de precaución y se pidió protegerse las vías respiratorias.