Un incendio afectó a una vivienda de Quisapincha, el 8 de febrero del 2015. Foto: EL COMERCIO
La familia Tayupanda lloraba la muerte de uno de sus seres queridos, cuando la llama de uno de los velones que se colocaron para adornar la capilla ardiente quemó las cortinas de la casa y causó un incendio.
El hecho ocurrió la mañana de este domingo 8 de febrero del 2015, en Quisapincha, una parroquia ubicada a 20 minutos de Ambato, una ciudad andina del Ecuador.
La sala de la casa se había convertido en una funeraria improvisada para despedir a Martha, de 72 años. Ella falleció el viernes pasado por causas naturales y sus familiares decidieron velarla en casa, como había sido su deseo.
La vivienda de construcción mixta está ubicada en el centro del barrio San Pedro de Quisapincha. “Cuando el fuego se inició en la casa nadie supo exactamente qué hacer. Las llamas consumieron rápidamente las cortinas y se extendieron por los muebles de la casa”, relató Carlos Tayupanda, propietario del inmueble.
Los vecinos intentaron aplacar las llamas arrojando baldes de agua, pero no tuvieron éxito, pues el fuego se propagó con rapidez. Ni el personal de Cuerpo de Bomberos de Ambato, que llegó a los 20 minutos, pudo hacer nada para detener el flagelo.
“Lo perdimos todo. Los muebles, los electrodomésticos, todo…”, dijo apenado Tayupanda. El incendio incluso quemó el féretro de la difunta que estaba colocado en el centro de la sala. La familia adquirió de inmediato otro cofre fúnebre para continuar con el velatorio.