Trascendió que recién hace pocos días el Presidente de la República autorizó el aval para un crédito de USD 110 millones que, hace algún tiempo, otorgó la CAF al Municipio de Quito, para la construcción de la autopista de acceso al nuevo aeropuerto internacional de Tababela, cuya inauguración se anuncia para el 10 de agosto del próximo año.
Lo grave es que ya no se avanzará a construir, hasta la fecha indicada, esa arteria vial de 13,5 kilómetros de longitud, que incluye dos puentes de 500 metros de luz cada uno. Lo que corresponde ahora es recuperar, en lo posible, el largo tiempo perdido, pero será muy difícil, mejor dicho utópico que se cumplan en 14 meses los engorrosos trámites para la firma del contrato y la construcción, con mayor razón si está de por medio el cambio de la Administración Municipal.
Incluso, se ha sugerido que se divida la obra, con estricta sujeción a las normas legales y técnicas correspondientes, para que trabajen, en forma simultánea, dos o más empresa serias.
Ventajosamente -se afirma- están listos los estudios, expropiaciones y planos, y el financiamiento. La Corpai suministrará USD10 millones adicionales a la Municipalidad, con lo cual se cubrirá el costo total de esa autopista de primer orden, cuyo recorrido se estima en 10 minutos.
Ahora deben construirse de urgencia los siete pasos deprimidos (puentes) planificados para solucionar parcialmente la tremenda congestión vehicular en la vía Interoceánica, que atraviesa Cumbayá y Tumbaco, y evitar el colapso cuando entre en servicio el aeropuerto. Dado el embotellamiento que se produce en el túnel Guayasamín, especialmente en las horas pico, también debe darse prioridad a la construcción de otro túnel paralelo o una calzada complementaria en ese tramo.
Para estas obras y para la segunda autopista, que partirá del extremo sur de la capital, es indispensable la contribución del Gobierno. Es justo que retribuya así el amplio respaldo popular que ha recibido en Quito.
Pese a la serie de inconvenientes, los trabajos del aeropuerto se cumplen con sujeción al cronograma trazado; no se han paralizado en ningún momento; su avance supera el 52% y, según portavoces de la concesionaria, en los próximos días se incrementará a 2 000 el número de trabajadores. Actualmente se coloca la subbase y la base en la pista, que es la más larga de Latinoamérica.
En agosto de 2010 se inaugura el más moderno aeropuerto del país, pero no tendrá una vía acorde con sus características, sino que, por lo pronto, tendrá que usarse el único camino disponible, cuyo recorrido, en circunstancias normales, demora más que el vuelo a Guayaquil…