Coronel Ignacio Osacar. Investigador del centro de estudios nueva mayoría en Argentina
Santiago Estrella Garcés, corresponsal en Buenos Aires
¿Cree que es un problema que Estados Unidos use bases colombianas?
Planteado desde el punto de vista de un conflicto generalizado, no. Pero por los medios con que se cuenta y por la interdependencia de estos países en el concierto internacional, podría generar alguna sanción. Estos conflictos parten como ideológicos, pero terminan siendo la materialización de viejos conflictos y enfrentamientos por diferencias fronterizas.
Entonces, ¿es posible una complicación regional?
Puede resultar una suerte de dominó que involucre a toda la región, siempre y cuando sea lo que llamamos un enfrentamiento clásico. Esto lo prevén todos los países, porque la compra de armamento es respecto al país vecino. Pero no son armas para combatir narcotráfico o guerrilla, que requieren de otros medios. El efeto de dominó es porque cuando países limítrofes entran a un conflicto, un tercer país, por más que no esté involucrado, también moviliza su Ejército, como medida de protección.
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Coronel retirado del Ejército argentino. Oficial de Infantería con especialidad en Inteligencia. Realiza estudios de armamento en América Latina.
Su punto de vista. Si bien hay una carga ideológica en el conflicto de Ecuador-Venezuela y Colombia, tiene también raíz histórica. Sin embargo, Álvaro Uribe realiza una gira defendiendo el convenio con EE.UU.
El uso de tantas bases en Colombia es digno de ser analizado porque EE.UU. pierde una (Manta), pero gana seis para un despliegue importante de medios aéreos contra el narcotráfico. Yo no creo que EE.UU. sea tan torpe en crear un desequilibrio tan grande. Pero sería un incremento extremo porque Colombia tiene nueve bases aéreas en totalidad y EE.UU. va a estar en siete.
Además, Ecuador y Venezuela han dado advertencias
Para Colombia una guerra convencional no sería fácil porque estaría combatiendo eventualmente en dos frentes. Y no hay guerra en la historia que quien la inició haya querido pelear en dos frentes. Si eso ocurrió fue porque se escapó de las manos. Además, a eso le sumamos la guerra interna con las FARC. Desde el punto de vista teórico, Colombia tiene el Ejército de Sudamérica con más capacidad para transportar efectivos en una sola operación (2 000); Venezuela tiene la mitad y Ecuador solo llega a 200. Colombia no tiene tanques como Venezuela, aunque tiene armas antitanques. No hay que perder de vista la geografía. Colombia con Ecuador, en un conflicto clásico, puede llegar a avanzar por un solo punto con medios convencionales (tanques, artillería, logística). Después hay uno o dos caminos de tierra que son para operaciones menores.
¿En nombre de la lucha contra la narcoguerrilla, Colombia se está ahogando a sí mismo y agudizando el conflicto con sus vecinos?
Lo que diré va en contra del sindicato militar: ¿qué harían los militares colombianos sin la guerrilla? ¿Cuál sería su presupuesto militar? Estarían como los de Paraguay, Bolivia y Argentina. Los ejércitos necesitan siempre de un enemigo, sea vivo, real o virtual, pero en el caso de los colombianos no sé si les conviene derrotar completamente a las FARC porque esto disminuirá sus necesidades.
¿No es curioso que coincidan momentos de conflicto con los países limítrofes y el gran golpe a la guerrilla?
En todos estos temas hay un gran componente de acción psicológica. Cuando sucedió lo de Ecuador, Chávez mandó 10 batallones de tanques a la frontera, que son todos los que tiene. Por más que Chávez no haya pensado en tirar media bala, el peso de toda movilización es una señal suficiente para tomar en cuenta.
¿Es pertinente pensar en una guerra clásica?
No. Se puede llegar a hablar de escaramuzas fronterizas de baja intensidad, como ocurrió en su momento entre Perú y Ecuador. Se puede hablar de enfrentamientos aéreos y choques de infantería, pero no de una operación superior a un regimiento en donde es todo o nada. En esa geografía es complicado.
¿La región está viviendo una carrera armamentista?
Se está usando un eufemismo: ‘renovación’ de armamento para bajar el nivel de amenaza. Todos los países viven renovando el armamento. El reemplazo es obligado, pero ¿cuál es el número que se requiere para decir que está en una carrera armamentista? Es algo que no se sabe.
¿Cómo miran el gasto militar en los tres países?
Entre 2004 y 2007, Ecuador gastó el 3,81% de su PIB. Colombia, 3,34%. En términos de dinero, Colombia gastó USD 6 700 millones; Ecuador, 1 700 millones y Venezuela, 2 321 millones. Chile gastó USD 6 300 millones. Brasil es el que más gastó: un total de USD 27 500 millones.
Es mucho dinero invertido.
Desde el punto de la vista de la mejoría cualitativa y cuantitativa es preocupante sobre todo si se compara con el país vecino, pero lo militar depende de lo político. A lo sumo va a decir que no existen los recursos para una operación, pero si el poder político decide hacerlo, lo deberá hacer.
Entonces, ¿cuál es el futuro del Consejo de Seguridad de la Unasur?
El Consejo de Seguridad nació en la agresión que sufrió Ecuador. Se vio la necesidad de un ente que tuviera una reacción sudamericana más inmediata. En caso de que sucediera algo, tendría una prueba de fuego porque se vería en le necesidad de actuar, probar si tiene alguna eficacia.