Mariela Rosero Ch. EL COMERCIO
La pista de baile no está más. Pero el escenario iluminado, el micrófono, los parlantes y la música de ambiente refuerzan una idea: el local donde funcionó la discoteca Oz, cerca de la estación del trolebús en El Recreo, seguirá siendo el epicentro de un espectáculo. Será el nuevo templo de la iglesia del Reino de Dios. En Brasil, su fundador, es acusado de usar donaciones para invertir en propiedades.
Una nueva iglesia
“¿Ya comunicó a sus vecinos, pasó la voz? El sábado 22 inauguraremos la iglesia en la av. Maldonado”. Lo recordaba el pastor Daniel, en un portuñol que se entiende sin ninguna dificultad.
El pastor es brasileño, tiene 29 años y 13 dentro de la iglesia, según contó a una periodista de Diario EL COMERCIO que asistió a dos cultos como una fiel más, para vivir la experiencia y obtener datos que están vetados a la prensa.
“Oren para que el dueño quiera vender. Apenas quiera, compraremos. Creo que no lo hace porque no sabe cuánto cuesta. Construiremos la más grande catedral del país, más que la de Guayaquil, hay 200 parqueaderos”. Y espacio para 1 100 personas.
El sábado llegó también el pastor Silva, el protagonista en los espacios de la TV local.
Salió en camisa al escenario, cuyo arriendo cuesta USD 6 000 al mes, según contó el pastor Daniel a la periodista. Por minutos dio la espalda al público y de rodillas, apoyando la cabeza en una silla, oró. Cuando tomó el micrófono, el culto empezó, duró más de una hora y no terminó con la sanación.
Silva les recuerda que para cosechar hay que sembrar. Les cuenta que la remodelación de la “Casa de Drácula (discoteca) costó USD 50 000”. Se reparten sobres con la palabra “Arriendo”. “El alquiler debe pagarse y no tengo a quién pedir sino a ustedes”. La colaboración se deja sobre la Biblia.
Silva explica que el diezmo es una ofrenda, no como en la religión Católica. “Limosna damos a los mendigos, las sobras. Dios no es basura, es en quien yo creo, le doy lo mejor. Si desea puede ayudar a la obra de Dios con USD 100, 50, 30, 20, 10. No todos están en la misma condición”. Daniel recordó que oran por todos, pero que Dios está viendo su esfuerzo.
Las sanaciones en los cultos
El pastor Silva empieza la prédica. “Padre, llena este lugar con el poder del Espíritu Santo y que el enfermo sea tocado por ti… y cura el dolor de la cabeza, riñón… espíritu maligno causante de sufrimiento, sal de esta persona”. La gente debe tocar el punto del dolor. Y repetir las palabras de Silva: “Quema Jesús todos los males, maldiciones, perturbaciones…”. Luego, los beneficiarios se ubican en fila al pie de la cruz con el manto santo. Su testimonio es filmado, son más de 30 personas.