El nuevo hospital del norte de Guayaquil del IESS debe levantarse en el km 6,5 de la vía que conduce a la Costa. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Desde hace cuatro años se anuncia la construcción de una nueva casa de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en el norte de Guayaquil.
Todo empezó el 15 de marzo del 2012.
Entonces, Ramiro González, director del Instituto, tomó una pala y posó para los medios de comunicación. Fue en un acto donde se anunció la colocación de la primera piedra de la obra.
Fue en un terreno de 13 hectáreas ubicado en Los Ceibos, entre el Megamaxi y el centro comercial La Piazza, donde funcionó el complejo de empleados del Seguro Social.
En su discurso, González dijo que sería una de las obras más grandes para la ciudad y que daría servicio a 400 000 afiliados.
En ese tiempo la inversión era de USD 280 millones, de los cuales USD 266 millones iban a ser financiados por el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess). Esto último nunca se dio.
La meta era entregarlo en menos de tres años, pero el proyecto quedó solo en maqueta. Iba a tener tres torres de ocho pisos cada una, con capacidad para ejecutar al menos dos millones de consultas anuales. Incluso, una de las torres contaría con un helipuerto, como se anunció en el acto oficial.
En mayo del 2013, González abandonó el IESS para asumir la Cartera de Industrias y Productividad.
Fernando Cordero lo relevó. Él, con casco y chaleco protector, en febrero del 2013, volvió a aparecer en un acto en los terrenos donde iba a levantarse el hospital. Colocó una segunda primera piedra y duplicó la cifra de beneficiarios con la obra: 800 000 afiliados.
En esa fecha se dieron más detalles de la construcción. En planos arquitectónicos se mostró un terreno de
160 000 metros cuadrados, con una área de construcción de 72 000 metros cuadrados, capacidad para 400 camas, 160 consultorios de especialidades y otros servicios como una unidad de quemados.
En enero del 2015, en cambio, el sucesor en el Directorio del IESS, Víctor Hugo Villacrés, enumeró al hospital del norte entre las curas para aliviar la emergencia que se decretó durante su gestión en el antiguo Hospital Teodoro Maldonado Carbo.
Al poco tiempo, en marzo pasado, Villacrés renunció.
Ahora, la actual administración del IESS adjudicó el contrato de construcción al consorcio chino español Sinohydro-Puentes, a través de la figura de régimen especial, que evita el concurso público, y está contemplada en la Ley de Contratación.
Esa adjudicación se hizo por un monto de más de USD 201 millones.
La obra, según el director del Consejo Directivo del Seguro Social, Richard Espinosa, debe entregarse a finales de este año. Tendrá 550 camas y será parte de un plan integral para que el IESS dependa menos de las derivaciones a clínicas privadas, que en el 2015 representaron una facturación de USD 780 millones.
El IESS busca financiamiento a través de créditos con tres entes internacionales. El Deutsche Bank, el Eximbank y el Fondo de Inversiones de Abu Dhabi; este último es un fondo estatal. El Seguro Social optará por el primero que cierre el proceso.
Si no se obtienen los recursos necesarios, según las autoridades del IESS, las obras se cubrirán con los recursos del presupuesto de la institución.
Está previsto que se hagan otros hospitales en Machala, Quito y Quevedo. En total, en los cuatro hospitales (sumado el de Guayaquil) está previsto que se invierta un poco más de USD 521 millones.
Pero esta adjudicación generó molestias, sobre todo entre los integrantes de la Cámara de la Construcción de Guayaquil.
“Sorprende que se resuelva contratar estos proyectos con empresas foráneas, lo que nos lleva a pensar que el ahorro de los ecuatorianos servirá para financiar honorarios de constructores extranjeros, que para la ejecución de cualquier proyecto de ingeniería no son menores al 30% por encima de lo que les pagan a contratistas nacionales, quienes son los que realmente terminan ejecutando las obras”, señaló su presidente Enrique Pita.
Frente a esto, Richard Espinosa contestó que los beneficiarios serán las empresas locales que proveerán los insumos para la obra. Además, que la mano de obra no será española o china, sino ecuatoriana. “¿El señor de la Cámara de la Construcción me va a dar financiamiento? Habría que preguntarle. Están resentidos porque yo no busco beneficiar el bolsillo de tres familias”, refirió Espinosa.
En contexto
El presidente Rafael Correa, en su enlace sabatino del 2 de enero, criticó el sistema de derivaciones del IESS a clínicas privadas. Dijo que los costos son altos, que el Seguro impulsaría un plan intensivo para contar con infraestructura propia y ampliar laoferta.