El manejo del seguro de pensión jubilar del ama de casa, en debate

En noviembre pasado, el Gobierno anunció el beneficio de afiliación en una cita con amas de casa en Guayaquil. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En noviembre pasado, el Gobierno anunció el beneficio de afiliación en una cita con amas de casa en Guayaquil. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En noviembre pasado, el Gobierno anunció el beneficio de afiliación en una cita con amas de casa en Guayaquil. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El Gobierno sostiene que con las nuevas reformas legales aprobadas en abril el IESS es sostenible 23 años, pese al retiro de su aporte estatal del 40% para el pago de pensiones porque se incorporan nuevos aportantes. Pero ¿deben tomarse en cuenta esos nuevos recursos para la sostenibilidad del IESS? Expertos creen que no.

La reciente Ley de Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo del Hogar incorpora a 1,5 millones de amas de casa, lo que generaría a futuro USD 6 000 millones a la entidad, según Fausto Cayambe, asambleísta oficialista.

La afiliación, que incluye el beneficio de la pensión y no de salud, será financiada con el aporte de hogares del ama de casa y un subsidio del Estado. Aunque la ley no dice de cuánto será esa subvención, el Gobierno anunció que llegará al 90% en hogares de bajo ingreso.

Este año, este subsidio será de USD 43 millones, considerando la meta de 400 000 amas de casa. Cuando se afilien todas serían de USD 200 millones.

En una carta enviada a la Asamblea el 18 de diciembre pasado, cuando estas reformas estaban en debate, el vocal de los empleadores al IESS, Felipe Pezo, advertía que esos recursos deben manejarse en un “régimen especial” o independiente de los dineros del resto de afiliados y sugería que el IESS solo sea un administrador de ese fondo.

Carmen Corral, exintendenta de Seguridad Social, comparte este criterio, ya que así se garantiza que a futuro se cuente con los dineros para pagar las pensiones de las amas de casa y se evita gastar antes estos recursos en momentos en que el IESS ya no tiene el soporte del subsidio estatal.

En la reforma el tema no quedó claramente definido y el Consejo Directivo del IESS tiene 60 días para reglamentarlo.

La ministra coordinadora de Desarrollo Social, Cecilia Vaca, dijo días atrás que no habrá tal separación, sino que las amas de casa entrarán al Fondo de Pensiones del IESS “ya que el beneficio que recibirán es la pensión y “un sistema de seguridad social se fortalece con nuevos aportantes”.

Además, explicó que la prima media de aportación de las amas de casa ayuda a dar un mayor sostenimiento al Fondo de Pensiones, según los estudios que dispone el Gobierno.

La reforma también cambió el mecanismo de alza de pensiones lo que contribuye a bajar el peso de este gasto en el IESS.

Pero mezclar los beneficios en otros fondos del IESS no ha dado buenos resultados en el pasado, recuerda Luis Enrique Plaza, exdirector del IESS.

Antes del 2000 los dineros de la entidad entraban y salían de un “solo bolsillo”, una sola cuenta que financiaba todos los beneficios que, a veces con estudios técnicos y otros no, se iban endosando a la entidad, dice Plaza. Esto provocó que el IESS no pueda acumular suficientes ahorros, lo cual, sumado a la crisis financiera que licuó sus recursos, llevó al borde de la quiebra a la entidad. 

Para salvarla, se planteó una cuestionada reforma estructural, que se aplicó parcialmente, pero que buscaba darle equilibrio financiero a la entidad.

El principal logro, según Plaza, fue dividir las cuentas del IESS por cada prestación: pensión, salud, riesgos del trabajo, seguro campesino, cesantía y recientemente la pensión para personas con discapacidad. Cada uno de estos beneficios tiene su propio financiamiento.

Además, estos fondos no pueden mezclarse, explica Manuel Vivanco, exvocal de los empleadores al IESS. Por ejemplo, el IESS no puede tomar recursos de pensiones para pagar las atenciones médicas.

Todo esto está establecido en el art. 49 de la Ley de Seguridad Social en vigencia desde 2001.

Para Corral, gracias a eso el IESS pudo acumular reservas o ahorros en pensiones, que pasaron de un fondo casi quebrado en el 2000 a USD 1 563 millones en el 2003 y a más de 7 000 millones hoy en día.

El reconocido actuario Rodrigo Ibarra, quien realizó una lectura técnica de la reciente reforma al IESS en un foro público el jueves pasado, consideró que se debería analizar mejor si el IESS debe estar a cargo de la universalización de la seguridad social o debe estar un ministerio como el de Inclusión o de Desarrollo Social.

En todo caso, sugirió que la incorporación de las trabajadoras del hogar se maneje en un fondo separado. “Caso contrario todos los que contribuimos al Seguro General Obligatorio vamos también a financiar a las amas de casa cuando reciban sus pensiones”.
 
Otra preocupación es si se captarán los USD 6 000 millones esperados, pues la reforma se enfoca en mujeres jóvenes que pueden aspirar más bien a un trabajo formal, dijo Corral.  

Richard Espinosa, presidente del IESS, señaló que ese monto es incluso conservador, pues incluye solo a beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano (unas 400 000 personas). “Estamos seguros que tendrá buena acogida”.

Ibarra insistió en el foro que se necesitan estudios actuariales auditados que midan el impacto de la reforma que elimina el 40% de aporte estatal e incorpora más beneficiarios.

En contexto
El ama de casa puede jubilarse a los 65 años de edad y 20 años de aportes. El aporte del hogar del ama de casa será de entre USD 2 y 47 al mes. El aporte del Estado será de entre USD USD 9,70 a 15,80 mensuales según los ingresos del hogar del ama de casa.

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