Desde este año, los ingresos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no son suficientes para cubrir el pago de pensiones de sus jubilados, por lo que comenzará a tomar una parte de sus ahorros para cumplir con esta obligación. A ese ritmo, los ahorros se agotarán en el año 2026.
Así lo anota el informe de la empresa Volrisk, contratada por el IESS para definir la viabilidad de los cambios de la distribución de los aportes de afiliados y empleadores.
El documento de Volrisk anota que, en un escenario moderado, el 2026 será el último año en que habrá reservas positivas del Fondo de Pensiones.
Y ya para el año 2027 al IESS le faltarán unos USD 839,5 millones (traídos a valor presente) para el pago de pensiones.
Para cubrir ese hueco, la entidad no podrá echar mano de sus ahorros porque ya se habrán agotado para esa fecha.
La brecha se ampliará los siguientes años. Según Volrisk, el déficit actuarial o el dinero que le hará falta al IESS para cubrir las jubilaciones hasta el 2053 será de USD 208 841 millones.
El monto considera el retiro del aporte del 40% fijo que recibía el IESS para el pago de las pensiones en curso mediante una reforma legal en abril pasado. El monto fue substituido por una garantía del Estado de aportar cuando haga falta.
Con los cambios a las tasas de aportación que resolvió el Consejo Directivo el viernes pasado, el monto de déficit se reducirá a USD 196 748 millones en el año 2053.
Lo anterior se debe a que si bien el aporte baja para pensiones en los próximos cinco años, luego a partir del 2021 aumentará (en un punto porcentual adicional) y, en cambio, el aporte de salud se reducirá, explicó el presidente del Consejo Directivo, Richard Espinosa. El déficit en Salud será de USD 28 294 millones para el 2033.
La exintendenta de Seguridad Social, Carmen Corral, consideró que las cifras del déficit actuarial son “escalofriantes” y cree que ningún Gobierno podrá cubrirlo. “El déficit de pensiones llega a ser casi dos veces el PIB del Ecuador”.
Explica que si bien ha existido déficit actuarial en pensiones ahora se está ahondando.
Un informe de la empresa Actuaria señalaba que hasta el 2010 el déficit actuarial era de unos USD 70 000 millones si se retiraba el 40% de aporte estatal, tres veces menor que las cifras de Volrisk.
Para el jurista Marco Proaño Maya, el déficit previsto por Volrisk es inmanejable. Por eso cree que la medida para redistribuir la tasa de aporte es coyuntural y no soluciona el problema estructural.
El propio estudio de Volrisk reconoce que el informe no se enfoca en recomendar o analizar medidas que pudieran ser adoptadas para mejorar la sostenibilidad de los seguros a largo plazo. Únicamente se enfoca en ver la “sostenibilidad en el evento de una redistribución de la tasa de contribución de corto y mediano plazos”.
En un horizonte de 40 años, ni el fondo de salud ni el fondo de pensiones son sostenibles, anota el propio estudio.
Esto precisamente había llevado a la vocal de los afiliados, Paulina Guerrero, a presentar observaciones a la propuesta que -en su criterio- no “solventa los problemas de largo plazo de los seguros y más bien potencia el riesgo de liquidez del Seguro de Pensiones”.
Dijo también que los escenarios presentados por Volrisk son totalmente conservadores.
Para alargar la vida del Fondo de Pensiones, explicó que incorporará a más afiliados (transportistas, artistas, etc.).
Otra medida será mejorar la tasa de rendimiento de las inversiones, del 8% al 14 o 16%.
Espinosa dijo que “todos los fondos de pensiones en el mundo son deficitarios, pero lo importante es que ahora el fondo de Pensiones del IESS no lo es y, en cambio, el de Salud sí y había que corregir eso”.
Para el exdirector del IESS, Joaquín Viteri, el problema en Pensiones se está trasladando a los próximos gobiernos.