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En Ibarra, la renovación del transporte urbano empezó en el último trimestre de 2009.
En esta urbe circulan 300 buses de dos cooperativas: San Miguel y 28 de Septiembre, que movilizan a más 30 000 personas por día, a través de 24 rutas.
Según Vicente Enríquez, gerente de la Cooperativa 28 de Septiembre, hace dos meses pidieron al Consejo de Transporte la revisión de tarifas, porque
contamos con un 80% del parque automotor remozado.
Son unidades Bus Tipo con revisiones del Municipio y chequeos mecánicos.
Entre los buses azules que circulan por Ibarra hay modelos 2005, 2006 y 2007. Sus marcas son Volkswagen, Mercedes Benz y Chevrolet. Todos disponen de andenes altos, asientos de fibra de vidrio…
Pero, no todos los usuarios están conformes con el servicio. Richard Duche usa a diario de cuatro a seis buses. “La renovación está bien, pero de nada sirve si no cambia la mentalidad del chofer. No se respetan las paradas. Hay competencias en las calles y asaltos”.
Para evitar esos problemas, en Cuenca se implementó el Sistema Integrado de Recaudo y Ayuda a la Explotación, a cargo de la Cámara de Transporte. Hay una caja común para repartir los ingresos. Al día se recaudan USD 70 000 y los pasajes se cobran en máquinas que reciben monedas o tarjetas.
En esta urbe, el transporte urbano está en buenas condiciones. Si bien en los últimos dos años apenas se renovó el 5% del parque automotor compuesto por 475 buses, los de mayor edad bordean los siete años.
En Loja hay 238 buses tipo y alimentadores. Los choferes invirtieron entre USD 70 000 y 90 000 para renovar la flota. Fue una exigencia del Cabildo para aplicar el Sistema Integrado de Transportación Urbana. Pero el proyecto no se concreta desde hace cuatro años.
El tema económico es la discordia entre Municipio y buseros. Los transportistas dicen que su inversión exige la revisión de la tarifa. Ahora piden que los alumnos de la Universidad Nacional de Loja paguen la tarifa normal y no USD 0,15.