Redacción Deportes
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Aún recuerda los patacones que su madre, Magaly Bermeo, solía preparar en Guayaquil. Luis León, el defensa central titular de la categoría Sub 16 del Independiente del Valle, reside ya tres meses en Pichincha, pero igual extraña la ‘sazón’ de su progenitora.
Los jugadores
En el equipo del valle de Los Chillos también se entrenan jugadores de Esmeraldas. En la categoría del equipo Sub 16 existe una plantilla de 40 futbolistas.
El técnico Juan Carlos León afirma que, tras la finalización del torneo Sub 16, depurará la nómina. Aspira a contar con 30 jugadores para el próximo año.
La historia de León es parecida a la de decenas de futbolistas que juegan en las formativas de clubes de Pichincha: jóvenes de escasos recursos que abandonaron sus provincias con la ilusión de firmar un contrato y llegar a la primera división, en Quito.
Ellos llegan a probarse, en algunos casos, por iniciativa individual. El caso de León es singular.
Él es el único hijo del hogar León-Bermeo. Tiene 16 años y nació en Los Ríos. Antes de venir a Pichincha, residía con sus padres en Guayaquil y jugaba en el Norteamérica de esa ciudad.
“La primera semana fue difícil. Mi madre me llamaba todos los días y lloraba. Ahora, mantenemos un contacto semanal”, recuerda el defensa, mientras amarra los cordones de sus zapatos, antes de una práctica en una cancha del valle de Los Chillos.
Entonces, ¿por qué optó por venir a la capital? El juvenil revela que su representante, Marcos Zambrano, le sugirió el cambio.
Zambrano también es el presidente del Norteamérica. El 50% de las acciones de este equipo pertenece a los propietarios del Independiente. Por eso, el traspaso del jugador se facilitó.
En la decisión del adolescente también pesó otra razón: Juan Carlos León, actual de la Sub 16 del Independiente, ya lo dirigió en el Norteamérica.
El técnico también trajo al Independiente a Freddy Araujo, un juvenil de 16 años, del conjunto guayaquileño. El jugador recuerda que conoció al DT en las categorías juveniles de Barcelona.
Araujo y su compañero León no son los únicos que llegaron desde Guayaquil. En el plantel del Valle, que hace un mes y medio se clasificó por primera vez a la Serie A del fútbol ecuatoriano, existen 11 jugadores de esa ciudad.
“Con ellos se puede armar un equipo completo”, bromea el técnico del plantel. Pero tiene razón. La mayoría de los futbolistas forma parte del plantel estelar que juega los cuadrangulares de ascenso de la categoría. Liga de Quito, Rocafuerte y Deportivo Quito son los otros clubes que buscan el título Sub 16.
Los jugadores reconocen que cambiaron de costumbres en Quito. Ahora, deben levantarse a las 06:00 sin ayuda familiar. A esa hora empiezan su rutina diaria, antes de acudir al Colegio Juan Mantovani, en el valle.
Luis Martínez, coordinador del equipo, revela que los adolescentes aún tienen problemas para adaptarse a la disciplina del colegio. “En varias ocasiones he debido acudir por llamado de los rectores porque los jugadores no llegan a tiempo a clases”.
Pero también existen jugadores de otras provincias de la Costa. Jean Carlos Rivera es un ejemplo.
Él es hijo de Wagner Rivera, ex seleccionado ecuatoriano. El jugador de 15 años, con gran proyección por el sector derecho, dejó Machala hace siete meses. En esa ciudad jugaba en el club Fuerza Amarilla.
Rivera y sus compañeros de la Costa reciben USD 60 quincenales. “La idea es que firmemos un contrato y lleguemos a Primera”, dice convencido Araujo.